Yo siento, vos sentís, nosotros sentimos
[Qué hacer si mis padres no me entienden]
Te sentís mal, sentís que todo el mundo se vino abajo, nada funciona bien, fracasaste una vez más y tenés ganas de llorar. Entonces vas y se lo contás a tus padres y, de repente, ¡paf!
“Estás exagerando”.
“Te falta mucho por vivir”.
“Eso es una pavada”.
“Yo sé porque soy mayor”.
“Y cuando tengas problemas de verdad, ¿qué vas a hacer?”
Muchas veces las personas adultas consideran que tus preocupaciones, opiniones, cuestionamientos, problemas y angustias no son tan serios. Esto solo le agrega enojo y rabia a lo que ya sentías, aumenta la desesperación porque nadie te entiende, crecen las ganas de gritar. ¡Te entendemos!
Tus sentimientos valen
Tus pensamientos y emociones son válidos, y nadie debería hacerte dudarlo. Ningún problema es demasiado pequeño. Si hay una situación que te tiene mal, te tiene mal y listo. Ya sea un tema que venís arrastrando desde hace años o algo que recién acaba de pasar, ¡tus opiniones y cuestionamientos deben ser escuchados y respetados! Es importante que lo tengas bien claro y no dejes que ese tipo de reacciones te desanime o te haga sentir peor. Si ya tuviste experiencias de este tipo, es posible que estés leyendo esto —mientras hacés que sí con la cabeza— y pienses: “Muy lindo todo, pero a mí no van a entenderme”. Tal vez hayas decidido bajar los brazos y confiar solo en tus amigos. Y no es nada malo, ¡tus amigos pueden ser uno de los mejores sistemas de apoyo!
La importancia de los adultos (sí, a veces los precisamos)
El problema viene cuando, por algún motivo, necesitás ayuda adulta. Esto puede ser por algo puntual o por la simple necesidad de hablar. Por necesitar un consejo, un punto de vista, una opinión. Porque, aunque de muchos temas puedan no saber nada, para muchos otros su experiencia es realmente útil. Pero lo que queremos decirte es que esa ayuda no tiene por qué venir de tus padres. A veces no es fácil dar con esa persona mayor con la que conversar de lo que te pasa y encontrar comprensión, pero nos gustaría animarte a que continúes en la búsqueda, porque está buenísimo tener un referente cerca. Mientras tanto, ¡podés contar con nosotras! Estamos para escucharte y ofrecerte orientación, un consejo o una respuesta a tus inquietudes. No tengas miedo de escribirnos, te prometemos que en Harta tenés un espacio donde tus ideas y sentimientos tienen siempre un lugar seguro para ser compartidos.