Ilustración: Alejadra Guillén
Las caras asiáticas de la lucha contra la explotación sexual
Mujeres históricas
¿Alguna vez escuchaste hablar sobre las mujeres de consuelo o mujeres de solaz? Así se les llama a las esclavas sexuales que torturó el Imperio japonés durante los años de la guerra del Pacífico.
Hoy en día son símbolos contra la explotación sexual y cuentan las graves aberraciones cometidas por los soldados japoneses, hechos que marcaron una etapa oscura para el sudeste asiático y que generan fricciones hasta el día de hoy.
¿Qué son las ianfu?
No es algo nuevo que, a lo largo de la historia, los hombres arrasaran todo a su paso cuando de batallas y guerras se trataba, tomando también cuerpos de mujeres como prisioneras sexuales.
Las ianfu (mujeres de consuelo) eran secuestradas o engañadas con promesas de trabajo en restaurantes y fábricas, pero una vez reclutadas eran encarceladas en ”estaciones de consuelo” lejos de su país natal.
Procedían de varios países: en su mayoría eran coreanas, aunque también hubo de origen chino, filipino, indonesio, taiwanés, vietnamita y holandés. Se estima que hubo unas 200.000 prisioneras durante los años de la guerra del Pacífico. Varias naciones sufrieron de ese arrebato, que creó heridas profundas para la memoria histórica del este asiático.
A pesar de que historiadores revisionistas y los miembros del ala conservadora del Partido Liberal Democrático afirman que ellas prestaban servicios de prostitución por elección personal, esta falacia ha sido refutada con la publicación de archivos oficiales de aquella época.
En 1993, el gobierno de Japón emitió la Declaración de Kono, a través de la que se confirmó que las mujeres de solaz fueron secuestradas y sometidas. Pero unos años después afirmaron que no había evidencias de los hechos, algo que generó graves grietas en las relaciones de los países involucrados.
Luego de esto, la ONU expuso su preocupación sobre los conflictos entre Corea del Sur y Japón. A partir de ello, se creó un consejo para las mujeres abusadas por los militares, que exige el perdón del gobierno japonés por sus actos y una compensación monetaria. Su meta es lograr cien millones de firmas desde todas las partes del mundo para lograr este objetivo.
“La manifestación de los miércoles”, una reunión regular
Esta manifestación está organizada para pedir justicia al gobierno japonés, que esclavizó sexualmente y en gran escala a muchas mujeres de diferentes nacionalidades.
Su nombre oficial es Manifestación Regular para Resolver los Problemas de las Mujeres de Confort Japonesas y tiene lugar todos los miércoles frente de la embajada japonesa en Seúl. Las protestas iniciaron en enero de 1992 y la manifestación celebró su quingentésima asamblea en marzo de 2002.
Esta concentración es, en este momento, la manifestación más larga en torno a un tema unitario que se ha realizado, y así figura desde 2002 en libro Guinness de récords. En el año 2011 llegó a la milésima reunión.
Comenzó como una forma de mantener vivas las reivindicaciones del colectivo femenino víctima de la ocupación militar. Luego, se decidió celebrar permanentemente como forma de presionar a las autoridades.
En sus orígenes fue iniciada por una asociación de mujeres afectadas, pero en la actualidad hay muchos más convocantes, junto con el apoyo de extranjeros y activistas por la paz.
Nadie podrá borrar de la memoria colectiva lo sucedido, pero estas mujeres han convertido su sufrimiento en fortaleza al agruparse para combatir la explotación sexual. Las supervivientes se han convertido en figuras públicas: las caras que muestran la resiliencia ante las adversidades y la lucha por un mundo más justo para las mujeres.
Redactora: Ana Laura Peralta
Ilustradora: Alejadra Guillén
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