Feminismo: ¿igualdad o equidad? ¡Parte 2!

Como mencionamos en el artículo anterior, existen diversas definiciones de igualdad que han atravesado las demandas de los feminismos a lo largo de la historia. Este concepto se ha ido complejizando con los años y se ha confrontado al de equidad, lo que ha generado debates que no se han agotado.

Vamos a retomar las ideas de Evangelina García Prince, quien indica que la igualdad es un concepto complejo con más de un sentido y dimensiones. Estos son: la equivalencia humana, la igualdad de derechos y de trato jurídico, la no discriminación, la admisión de la diferencia o diversidad, la autonomía personal y, finalmente, el principio de equidad.

Entonces… ¿equidad e igualdad no son lo mismo?

Respecto al principio de equidad, García Prince indica que ha sido utilizado por los movimientos que luchan por la igualdad, entre ellos el feminismo, pero que existe confusión respecto a su significado.

La equidad, concepto desarrollado en los años 70 por la filosofía política —principalmente por el filósofo John Rawls— aparece ligada a la idea de justicia. En palabras de García Prince, la equidad se logra a través del trato justo, diferenciado, tomando en cuenta las necesidades e intereses diferentes de cada persona dentro de una sociedad.
La equidad, entonces, exige la aplicación de acciones que corrijan las desventajas y eliminen desigualdades originadas en la diferencia. Por eso, equidad y justicia están estrechamente relacionadas.

Igualdad o equidad de género

Por lo anteriormente mencionado, equidad e igualdad no son sinónimos ni tampoco intercambiables, aunque están íntimamente relacionadas. Se dice que son principios interdependientes, es decir, que se necesitan ambos para lograr una sociedad justa.

La equidad de género es un principio ético-normativo, asociado a la justicia o a lo justo, según el cual ninguna persona debe encontrarse en desventaja respecto de otras. La equidad es lo que va a permitir que se dé trato diferente a personas que están en desventaja, para que puedan lograr sus objetivos en condiciones de igualdad.

La equidad se asocia, entonces, a otorgarles mayores oportunidades a los desaventajados, mientras que la igualdad se asocia con el reconocimiento social y legal de derechos y el ejercicio del poder. En definitiva, la equidad tiene como finalidad contribuir en la lucha por la igualdad, a través de la superación de las diferencias que puedan existir entre las personas.

Pensar, cuestionar y construir

Para terminar, es importante mencionar que existen diversas reflexiones y lecturas en torno a estos dos conceptos que se diferencian de lo aquí escrito. Más allá de escoger la visión que tiene más sentido para nosotras, que siempre es importante, es necesario generar espacios en los que podamos discutir para aportar a la construcción teórica colectiva del movimiento feminista. 

Estos artículos fueron realizados a partir de las siguientes lecturas:

• García Prince, Evangelina. Políticas de igualdad, equidad y gender mainstreaming. ¿De qué estamos hablando? Marcos conceptuales. San Salvador: PNUD, 2008.
• Facio, Alda. ¿Igualdad y/o equidad? Nota para la igualdad n.° 1. Panamá: Área de género del centro regional del PNUD, 2011.
• Moreno Balaguer, Rebeca. Iguales o indiscernibles: por una crítica al pensamiento de la diferencia desde la tradición republicana de la Ilustración. Madrid: Instituto de Investigaciones Feministas, Universidad Complutense de Madrid, 2011.

Redactora: Fran Marín Pinto

Ilustración: Lía