Mujeres en el carnaval: Laura Almada
Este artículo es parte de una serie de entrevistas a mujeres en el carnaval que se realizaron durante el concurso 2019. Acá podés encontrar las otras.
Empezó marzo, pero sigue el carnaval, entonces sigue la serie de entrevistas a mujeres del ambiente. Hoy entrevistamos a Laura Almada, integrante de La Mojigata, murga que clasificó a la liguilla en esta edición del concurso. Recorrimos su historia y le preguntamos sobre la movida #SinNosotrasNoHayCarnaval.
1 – ¿Cuándo dejaste de vivir el carnaval como espectadora y te subiste al escenario por primera vez?
Empecé a salir en La Mojigata en el año 2000, en su segundo año de participación en el encuentro de Murga Joven.
Siempre había visto a las murgas desde abajo y ni me cuestionaba la posibilidad de poder estar ahí cantando arriba del escenario, era sencillamente un mundo al que vivía como «ajeno». Hasta que vi a la Moji en el 99 y me pareció maravillosa. Y como mi hermana Ann-Marie cantaba en la murga, se me hizo algo muy cercano y posible. Empecé a colarme en las reuniones de los que hacían los arreglos y terminaron invitándome a salir.
2 – Desde ese primer tablado hasta el día de hoy, ¿sentís que ha cambiado el rol que las mujeres ocupan en el carnaval?
Creo que las mujeres están ocupando lugares más relevantes en muchos conjuntos, aunque se sigue arrastrando una carga muy fuerte: «es más difícil que una mujer haga reír», «el coro de murga no suena a murga si tiene mujeres», «seguro que esa tiene algo con el dueño y por eso está ahí», etcétera.
Para nosotros, que venimos de murga joven, donde las mujeres integran las murgas más en igualdad de condiciones, es como muy natural el ser parte, sin tener que estar demostrando estar «a la altura». La Mojigata es una murga que no está integrada por grandes cantantes ni grandes actores, donde se elige lo colectivo frente a las individualidades, y donde las mujeres que participamos realmente somos parte del proceso creativo y aportamos nuestra mirada de las cosas.
No sé cómo es en otros conjuntos, pero parece razonable que si un conjunto habla sobre el sentir de las mujeres, o en su nombre, o en contra de las inequidades de género, incorporen de verdad las voces de mujeres para que no quede en un mero discurso.
3 – Este año surgió la movida de un pañuelo rojo con el lema #SinMujeresNoHayCarnaval a la que las mujeres de la Mojigata se sumaron. ¿Por qué te parece importante visibilizar la falta de mujeres en el carnaval?
Me parece importante visibilizar que los espacios son de y para todes. Arriba y abajo del escenario. En los espectáculos que se muestran sobre el escenario y en toda la maquinaria que sostiene eso y que, en definitiva, permite que los conjuntos hagan carnaval. Integrantes, técnicos y técnicas, familia, hacen que sea posible la fiesta, y son muchas las mujeres que están involucradas, aunque no las veamos.
Arriba del escenario, creo que las mujeres aportan una diversidad interesantísima a los espectáculos. Desde el movimiento, lo tímbrico, la sensibilidad, la musicalidad, el contenido, etcétera.
4- ¿Cuál considerás que es el rol de las mujeres en la murga que vos integrás, en particular?
Está bastante contestado en las preguntas anteriores. Hacemos aportes a las letras, cuestionamos si sentimos que algo no nos representa, aportamos en lo musical (en el coro y en la batería) y en lo escénico también.
5 – En un momento de su espectáculo de este año dicen: “Andá, Heber, que estás en el parlamento desde que la murga era solo de varones. Ahora hay 340 murguistas, ¡13 somos mujeres!”. ¿Qué buscaban generar con esto?
La idea es un poco mezclar un chiste con un dato de la realidad: somos muy, muy poquitas. Así, con los números crudos, creo que se hace aún más visible.
6 – En toda tu historia carnavalera, ¿te has sentido ninguneada, violentada o incomodada por varones del ambiente por el hecho de ser mujer?
Varias veces escuché/me dijeron/leí que nuestra murga no suena «por culpa de las mujeres». Si bien muchas veces me molestó, trato de restarle importancia, porque siento que vamos por un buen camino.
En La Mojigata se convive en un espacio muy familiar, y creo que eso ayuda a cuidarnos entre todes de otro tipo de situaciones violentas o incómodas.
Giana
Fotografía principal: Murga en fotos
Fotografía dentro del texto: MissImagenes