Hoy te presentamos: Con Gloria a Morir
La murga joven Con Gloria a Morir está compuesta íntegramente por mujeres. Ojalá no fuese un hecho destacable, como no lo es que una murga solo tenga varones, pero en este contexto es súper relevante.
Se juntaron en 2019 y decidieron sacar una murga entre ellas. Algunas de las componentes venían de otras murgas (mixtas, de mujeres), algunas era la primera vez que salían. Las motivó generar otro espacio pensando por qué estaban haciendo murga.
Conversamos con Mariana Pereira, Gio Pedraja Luongo y Paula Pereyra sobre el proceso de trabajo en equipo y la murga en general.
¿Qué les importaba a la hora de sacar una murga?
El objetivo principal era que tuviera una perspectiva feminista fuerte y que no causara temor el feminismo. Nos preguntamos: ¿Queremos habitar la murga para qué?, ¿como espacio artístico, como lenguaje que construye?, ¿de qué forma? Las mujeres que entraran no podían tener miedo de decirse feministas. Era esencial generar identidad, grupo, pertenencia. Construir desde el feminismo es construir desde el grupo, lo vincular tiene que estar.
¿Cómo se dio la construcción del grupo y del espectáculo?
Empezamos a contactar conocidas y siempre alguna conocía a otra que se podía sumar. Nos empezamos a reunir para hablar, pensar el espectáculo. La comisión musicalidad armó la presentación y la comisión textos le puso letra. No teníamos idea del espectáculo, entonces la hicimos sobre la gloria, ya que era el primer año y estaba bueno presentarse.
¿Y el nombre?
En una reunión se tiraron varios. Teníamos 5, votamos 2, pero ninguna estaba convencida. En una Gio dijo: “Con gloria a morir” y todas dijimos sí, dale, sí. Hay un video de un pibe que inventa otra historia sobre el himno y dice: “¿Qué es lo que quiere hacer Gloria?” y canta: “Juguemos con Gloria”. De ahí salió. La frase está en el himno uruguayo y en el argentino, eso también nos unió porque hay compañeras argentinas. Nosotras estamos con Gloria a toda costa, con Gloria a morir.
En su espectáculo utilizan el humor para hablar de los varones que piensan que el carnaval va a desaparecer porque hay mujeres. ¿Por qué es ese el espectáculo?
Había por parte de algunas un fuerte interés de intentar ridiculizar a los varones que durante mucho tiempo se encargaron de hacer de mujeres en el escenario. Lo siguen haciendo. Van al cliché y reproducen lógicas horribles.
¿El vestuario lo hicieron ustedes?
Compramos las chaquetas, la comisión vestuario las cortó para que tuvieran una forma específica y después nos hicieron un tutorial de cómo pegarle los botones, las cuerdas. Cada una hizo eso. Dos varones nos ayudaron con los gorros y la escenografía, pero la construcción siempre fue nuestra. Ellos iban a colaborar, no a tomar el rol protagónico. Tiene que ver con esto de elegir la construcción entre mujeres por el feminismo.
En la opinión de cada una: ¿la murga tiene que hacer algo?
M: No tiene gracia hacer murga sin nada para decir. Así como está bueno que suene bien la murga y artísticamente esté bien, si no tenés nada para decir, no salís.
P: La murga tiene que denunciar. A mí me encanta el humor, pero el humor por el humor me parece vacío y no me causa gracia. Hay que denunciar a través del humor con inteligencia y el mensaje tiene que ser bien claro, porque a veces queda como que no sé si me estoy riendo del oprimido o del opresor.
G: Algo que sacuda, que genere movimiento, que tenga humor. Las personas que lo habitan tienen que estar en concordancia con eso que crean; me rechina ver una murga que dice cosas que están re buenas, pero después se baja del escenario y era todo panfletario, porque rinde, porque es lo que está de moda, lo que cabe hacer. La mercantilización de la murga me lleva a cuestionarme eso: ¿quién hace murga?, ¿lo que está haciendo tiene un sentido?
Ustedes salen en murga joven. ¿Ven diferencias con carnaval mayor?
Habilita cosas que están buenas. Como no existe la prueba de admisión, hay más libertad para decir. Hay mayor presencia de mujeres, entre 25 y 30% frente al 1% que son en el Concurso Oficial. Pero también reproduce otras lógicas como la del concurso, aunque sea en menor medida.
