Una depilación que nadie pidió
El Photoshop de los pelos de la cantante Rodra
Y así, como quien no quiere la cosa, se nos vino arriba diciembre. Terminó el liceo, algunas estamos dando el examen de esa materia que no pudimos salvar. La época de los vestidos, los shorts y las musculosas, tomar mate con amigas en el espacio libre preferido de nuestra ciudad. Si vivís en Montevideo, capaz fuiste a La Bajada en Parque Rodó o al MOJO en Parque Batlle. Porque el calorcito nos hace sentir así, con ganas de bailar y compartir.
Pero eso no es todo. El calorcito significa, para la mayoría de las mujeres, volver al sufrimiento más o menos repetitivo de la depilación: que la cera caliente, que las zonas sensibles, que los pelos encarnados, que el corte de la gillette, que la picazón… que gastar plata y gastar tiempo. Un embole. La mayoría de las mujeres pasamos por esto, más o menos desde que entramos al liceo, a eso de los 12 años.
Casi todas, pero no todas. De a poquito, hay mujeres que se están animando a decir “pah, capaz que no me gusta tanto todo esto” y a salir con sus pelos naturales a la calle, a tomar ese mate en el parque con una musculosa puesta. Una de ellas es Rodra, una cantante y compositora uruguaya, vocalista del grupo La Máquina. El domingo 8 de diciembre, La Máquina estuvo tocando en la Movida Joven (MOJO) en Parque Batlle. Esto vino a culminar un tremendo año y tremendo fin de semana, hasta que le llegaron algunas fotos un poco distorsionadas.
Sí, unos días después de tocar en el MOJO, Rodra se encontró con que un fotógrafo había difundido por ahí fotografías en las que había ¡EDITADO SUS PELOS!, para darle axilas perfectamente suaves, como esas de las publicidades de depilación.
“Me sentí ofendida y agredida con esta censura sobre mi imagen y más aún cuando esas fotos editadas fueron subidas sin mi consentimiento”, publicó Rodra en su Instagram, luego de hablar con el fotógrafo y que se excusara diciendo que tiene “derechos de autor sobre su obra”.
«Salir a la calle con mis pelos libres es una acción política»
Dejar de depilarse no es fácil, como nos contó Rodra: “Me dejé de depilar este año. Creo que hasta el verano pasado me depilé todo el cuerpo. Porque es un viaje… en realidad es en esta época que a mí me pasa siempre… esa contradicción de que es verano y hay que exhibir nuestra piel… sin pelos, en bikini, playa, coso. Entonces una se depila. Yo por inercia, pero en realidad, en mi caso, la depilación me genera mucho dolor, me lastima la piel… no me gusta. Y ta, nada, ahora me los dejé. Todo el año estuve con pelos, y ahora los está viendo la gente”.
Es que la idea es esa, al final del día: poder hacer lo que nos hace sentir bien. Dejar de depilarnos cuando vemos que en realidad no nos gusta. Depilarnos cuando tengamos ganas de hacerlo. Pero animarnos a dedicarle un minuto a pensar qué sentimientos y pensamientos tenemos antes de hacer las cosas. A Rodra, por ejemplo, le gustan sus pelos de las axilas: “Es solo en las axilas. Ahora tengo en las piernas, pero no me copan tanto, capaz me los depilo. O sea, ni idea. En realidad no… Quiero tener mi cuerpo como tengo ganas en el momento”.
“Es muy gracioso estar hablando de depilarme. O sea, ¿por qué…? Por qué tengo que hablar de por qué me depilo, ¿no?”, dice Rodra entre risas pensando en qué significa no depilarse para ella. “Significa que estoy experimentando con mi cuerpo, que soy libre de tener mi cuerpo como quiera. Ahora soy feliz así”.
Además, entiende el contenido político de lo que hace: “Sin dudas, los pelos en las axilas, arriba del escenario, siendo mujer, son una acción política. Ser mujer y salir a la calle con mis pelos libres, es una acción política. Eso es porque existe el machismo y lo que eso ha generado históricamente: que el que yo tenga mis pelos como cualquier mamífero pueda ser una acción política (…), pero en realidad todos tenemos pelos, no es una novedad”.
“Lo quise exponer para promover el debate y la reflexión y para denunciar que estas cosas sí suceden. Y no es la única. Esta es una cosa puntual y muy expresiva de las diferencias que hay entre varones y mujeres en todas las esferas de la sociedad. Pero en realidad forma parte de muchas otras cosas que nos pasan a todas las pibas todos los días, que van desde lo más chiquito hasta lo más grande”.
Depilarse o no, pero sí cuestionarse
Cada tanto volvemos a decir que lo personal es político, y este es uno de esos casos que lo demuestran. Qué hacer con nuestro cuerpo y nuestros pelos es una decisión nuestra, propia, que tiene que depender de lo que queremos y lo que nos hace bien. Pero tenemos que poder pensar por qué queremos depilarnos y cómo juega en esta decisión el hecho de que nunca veamos fotos de mujeres con pelos, al punto de que un fotógrafo editó la foto de Rodra, dando por descontado que era un error y que no podría nunca ser intencional.
Pero, además, dejar de depilarnos es político porque construye política, porque da una señal. Una señal de que sabemos que nuestro cuerpo es nuestro. De que entendimos que el patriarcado nos obliga a cosas, nos enseña cosas, y que a eso le pasamos por arriba. Es poner en evidencia, para que todo el mundo vea, que se nos juzga diferente a las mujeres que a los varones. Y dejar al patriarcado en evidencia es el primer paso para tirarlo abajo.
Aclaración
La fotografía fue subida por Cooltivarte y no solo recibieron bien los comentarios de Rodra, sino que la imagen editada ya fue sustituida por la fotografía original. El propósito de esta nota (y el posteo de Rodra) no es un escrache hacia ellos, sino como la misma artista explica, poner el tema sobre la mesa y conversar sobre por qué tenemos tan aceptado que las mujeres se depilan y cómo eso nos afecta.
Sofía
Montevideana de Florida. Hago tantas cosas que me las olvido. Lesbiana, feminista, muy politizada. Amo aprender cosas nuevas, las planillas y los sanguches calientes.