¡Cambiemos los relatos!: El consentimiento sexual en la ficción
Mucho de lo que aprendemos de las interacciones humanas, de manera consciente o inconsciente, lo tomamos de las ficciones que consumimos desde que somos chicas: dibujitos, telenovelas, series y películas que nos dan ideas sobre lo que está bien y mal. Quienes crean estas ficciones son responsables de los mensajes que transmiten, en especial en temas importantes como el consentimiento sexual.
¿Qué nos dice la sociedad sobre el consentimiento?
Entender el concepto de consentimiento puede ser un proceso difícil: mientras la norma patriarcal nos dicta que nuestros cuerpos no nos pertenecen del todo, e incluso son exhibidos como producto de consumo para el varón, crecemos escuchando que no podemos “provocar” con nuestra ropa ni “regalarnos”.
A los varones, por su parte, se les enseña que hay que “conquistar” a las mujeres y que cuando ellas dicen que “no”, en realidad lo que se les presenta es un desafío o una resistencia que hay que vencer con insistencia.
Los mensajes contradictorios nos hacen crecer confundidas y muchas veces no sabemos si, sin querer, estamos consintiendo con nuestras actitudes o cediendo a presiones y, de a poco, vamos silenciando nuestras propias alarmas.
Pero entonces, ¿qué es el consentimiento sexual?
El consentimiento es parte innegociable de la intimidad y en esencia es muy sencillo: es expresar que sí o que no, según lo que sentimos y lo que deseamos. Muchas veces escuchamos, sin embargo, que “las líneas son difusas” o que no es fácil comprobar el consentimiento.
Esta dificultad para entender (o respetar) el consentimiento se debe a la falta de educación sexual que recibimos en general y a los mensajes contradictorios que mencionábamos más arriba. También influye el que, por lo general, no damos ni recibimos el consentimiento por escrito y, a veces, tampoco de manera verbal, entonces dependemos de la lectura del comportamiento. Una risa, por ejemplo, puede interpretarse como algo positivo, pero también puede ser que la persona esté nerviosa y no sepa cómo decir que no. Entonces, una conversación o una pregunta son necesarias para establecer el consentimiento.
Por último, pero no menos importante, la confusión en torno al consentimiento puede deberse a la forma en la que series y películas nos muestran cómo se desarrollan los encuentros sexuales.
¿Qué ves cuando me ves?
Son muy pocas las veces que en la ficción vemos que, durante una escena de sexo, haya momentos en que un personaje le pregunte al otro si se siente bien, si quiere seguir. Por el contrario, son muchas las escenas en las que vemos un atropello al consentimiento, presiones disfrazadas de seducción y personas accediendo a tener relaciones sexuales por cansancio más que por deseo. Se muestra como algo común que la falta de consentimiento (decir que no) sea interpretada como un “seguí intentando” o un “convenceme”. Y esto, lamentablemente, sucede también en la vida real.
En el cine romántico hay muchos ejemplos de una mala (y peligrosa) representación de la seducción y el consentimiento. Cincuenta sombras de Grey (2015) es un ejemplo claro: Anastasia Steele es seducida por el billonario Christian Grey, que está tan obsesionado con el consentimiento que literalmente redacta un contrato (que en realidad ella nunca firma), pero como parte de su seducción hace cosas como entrar al apartamento de ella o desvestirla cuando está inconsciente, todo sin su permiso. Incluso cuando ella le indica varias veces que él no puede tener esas actitudes, él continúa.
En Cómo perder a un hombre en 10 días (2003), Andie intenta dar el ejemplo de “lo que no hay que hacer como mujer”. Parte de esto es no tener sexo con él en la primera cita, para lograr retenerlo. Se enmarca el no dar consentimiento literalmente como una herramienta para hacer que él quiera quedarse e insistir más.
En series como Gossip Girl (2007-2012) vemos a Chuck Bass constantemente teniendo actitudes posesivas e irrespetuosas con varios personajes, pero principalmente con Blair, a quien muchas veces no respeta. El consentimiento también es borroso entre Damon y Elena en The Vampire Diaries (2009-2017): él la involucra en situaciones no consentidas, la intenta convencer de qué es lo que quiere y qué es lo que desea, y en todo momento asegura que ella lo ama, aun cuando ella no lo ha manifestado.
¿Por qué es importante cambiar los relatos?
Es importante entender que cualquier historia que incluye sexo es, en definitiva, una historia que habla del consentimiento sexual. No es cuestión de dejar de consumir historias como las que mencionamos, pero sí cambiar las conversaciones que tenemos sobre ellas: cuestionarlas y preguntarnos cómo está armado cada relato y qué nos quiere decir.
En parte, la conversación ya está cambiando: en series como Sex Education hay un paradigma más moderno en el cual se trata el consentimiento en el sexo como algo natural, necesario y vital. Cambiar la forma en la que contamos historias va a cambiar la forma en la que hablamos y actuamos respecto al consentimiento sexual.
Y a vos, ¿qué historias te gustaría ver reflejadas en la pantalla?
Redactora: Isabel Muñoz