Estudiar en casa nunca fue tan fácil

A principios de abril se confirmó que las clases presenciales iban a seguir canceladas por un buen tiempo en todo el país debido a la emergencia sanitaria por el coronavirus. Eso significa que muchas tenemos que seguir llevando adelante nuestra vida desde casa y, en general, eso es tener que estudiar en casa.

Yo estudio a distancia hace unos años, así que (obviamente) he pasado infinitas horas mirando videos de YouTube sobre cómo ordenarme, concentrarme y aprender mejor por mi cuenta. Y, ahora, te cuento a vos lo que me ha funcionado mejor.

Este no es un contexto normal

Antes que nada, es importante que reconozcas que esto no es un contexto normal. No es que elegiste estudiar desde casa y tiene que ser tu mejor año, tu mejor momento. El mundo está atravesando una crisis, y todas estamos navegando lo mejor que podemos. Tenete paciencia y no descuides tu salud física o emocional.

Si podés, asistí a las clases online

Si tenés la posibilidad, está bueno que te conectes a las clases online. Capaz no entendés del todo o se te corta o no te da el tiempo de hacer preguntas. Seguro que no es lo mismo que una clase de verdad. Pero sirve para orientarte, para saber a qué altura del programa vas, para saber cuánto tenés que ponerte a leer.

Cuidá tu espacio

Reservá un espacio de tu casa para concentrarte. Puede ser una mesa o escritorio, puede ser tu cama, puede ser un sillón. Puede ser lo que vos quieras, lo que encuentres que te funciona mejor. Lo que sí es importante es que intentes separar tu momento de estudio de tu momento de ocio. O sea, no estés mirando Netflix acostada y decidas estudiar en ese mismo lugar; va a ser frustrante y probablemente muy poco productivo. ¡Tener espacios separados para relajarte y para trabajar ayuda mucho a tu cabeza!

Orden y progreso

De las cosas más importantes cuando estudiás sola es lograr ordenarte. Con clases presenciales es mucho más fácil saber cuándo tenés que hacer qué y no dejar que se acumule un montón enorme de tareas para hacer. Si tu profesor o profesora te está mandando tareas domiciliarias regulares, esto puede que sea mucho más fácil. Pero si no…

Listas y más listas

Por un lado, ayuda mucho hacer una lista “completa” con todo lo que hay que hacer para cada materia. Personalmente, me sirve hacerla de una forma visual, donde yo pueda ver mi progreso y lo que me falta. No tiene por qué ser prolija, pero sí que te ayude a ver lo que hay que hacer y que te dé un sentido de éxito cuando completás cada tarea. Si querés hacerlo online, a mí me encanta usar Google Keep, un espacio de post its y listitas de Google.

Objetivos que sí

Por otro lado, es importante que siempre que te sientes a hacer algo sepas exactamente qué vas a hacer. Si no, mientras mirás qué deberes tenés, qué es más urgente, qué texto precisás y qué color te gusta para resaltar, perdés pila de tiempo. A mí lo que más me funciona es: siempre que termino de estudiar, marcar mi objetivo para el otro día. O sea, mañana voy a leer este texto de esta materia y terminar este trabajo que tengo que entregar de noche. Listo.

Objetivos SMART: ¿lo qué?

Es importante que tus objetivos sean SMART. ¿Eh? Smart es inteligente en inglés, pero además es una sigla en la que cada letra es una característica que tienen que tener tus objetivos. A continuación te los contamos en español:

1. Específico: ¿Qué materia?, ¿qué tema?, ¿qué deber? ¡No dejes nada al aire!

2. Medible: ¿Cómo sé si completé mi objetivo? Puede ser leer un texto entero, avanzar 10 páginas o estudiar dos horas. Lo importante es que al final del día puedas decir: “Sí, lo hice”.

3. Alcanzable: No te digas a vos misma que mañana te vas a “poner al día”, o algo por el estilo. ¿Qué es ponerse al día? La receta perfecta para no hacer nada. Los objetivos tienen que ser alcanzables para que sean motivantes. Acordate: la idea es terminar el día sabiendo que cumplimos.

4. Realista: Si van dos días que te proponés leer un texto entero y no lo hiciste, bajá tus expectativas. Volvemos al principio: este no es un contexto normal y tus exigencias no tienen que ser las más altas de tu vida.

5. Tiempo: ¿Cuánto tiempo tenés para cumplir tu objetivo? Cuando son deberes a entregar es bastante fácil, porque ya tiene una fecha de entrega. Pero ¿qué pasa cuando no tenés a nadie diciéndote para cuándo cumplir con una tarea? Está bueno que digas, por ejemplo, “tengo una semana para completar todo esto”.

Encontrá tu momento

Algo lindo de estudiar desde tu casa es que podés encontrar realmente cómo y cuándo podés estudiar mejor. ¿Es de mañana, de tarde o de madrugada? ¿Es con resúmenes, esquemas o flashcards? Solo vos lo sabés, o solo vos podés descubrirlo. ¡Que este tiempo que ayude a conocerte mejor!

¿Tu profe? Una persona

Hoy en día, todos estamos disponibles a la distancia de un solo Whatsapp. Todo el tiempo, a toda hora. Pero tu profesor o profesora tiene derecho a descansar, a desconectarse, a hablar con su familia, a tener tiempo libre. Tiene derecho a estudiar, así como vos. Tiene derecho a trabajar solo el tiempo que le corresponde trabajar. Cuando tengas dudas, intentá escribirle en el horario de clase, o al menos en un horario en que sería normal que esté trabajando (por ejemplo, si vas a clase de mañana, escribile en el correr de ese horario). Esta crisis está siendo agotadora para todos, y para ellos también.

Prontas, listas…

Bueno, ahí fueron mis consejos básicos para lograr estudiar desde tu casa. Pero como dije más arriba, es importante que veas qué te sirve más a vos, y que recuerdes que cuidar tu salud es más importante que salvar esa materia.

¿Tenés más dudas o precisás una mano?
Estamos siempre disponibles en nuestras redes sociales si precisás hablar, no dudes en escribirnos.

Sofía

Montevideana de Florida. Hago tantas cosas que me las olvido. Lesbiana, feminista, muy politizada. Amo aprender cosas nuevas, las planillas y los sanguches calientes. 

Ilustración: Clara