Filloas para todo lo que quieras
¿Te gustan los panqueques dulces? ¿Los canelones? ¿La lasagna? ¿Las crepes? Si dijiste sí a todo, tenés que aprender esta receta de filloas para que todas esas delicias estén al alcance de tu mano.
¿Qué lleva?
- 1 huevo.
- 1 taza de harina.
- 1 taza de leche.
- Sal a gusto.
- Aceite o manteca: cantidad necesaria.
Estas cantidades rinden unas 10 a 12 filloas.
¿Qué precisas?
- Una licuadora o un mixer y una jarra.
- Una sartén y una espátula.
- Un cucharón.
- Cocina con hornalla.
¿Cómo se hace?
Licuar o mixear todos los ingredientes. Dejar descansar media hora antes de empezar a hacer las filloas.
Prender una hornalla con fuego suave y dejar que la sartén se caliente bien antes de comenzar. Colocar un chorrito de aceite o un cubito de manteca que permita cubrir finamente toda la superficie de la sartén. Mientras no tengas calibrada la cantidad que necesitás para cada filloa, te recomiendo que uses un cucharón de sopa para tomar una parte de la masa y volcarla lentamente en el centro de la sartén. Andá moviendo la sartén hasta que la masa se extienda bien sobre todo el fondo. Una vez que hayas hecho un par vas a tener una mejor idea de qué cantidad de masa es óptima, y cuando ya tengas más experiencia vas a poder volcarla directamente desde el vaso de la licuadora o la jarra.
Cocinar la filloa lleva unos pocos segundos, no te duermas: cuando ves que la masa que colocaste se secó, dala vuelta con una espátula y cociná el otro lado. Podés ir levantando y mirando que apenas empiecen a aparecer manchas doradas y marrones en la superficie ya está pronta. Podés ir depositando las filloas unas sobre otras en un plato grande o bandeja. Procedé así hasta que termines toda la masa.
Si vas a hacer canelones, lasagna o crepes, podés dejar que se enfríen bien (mientras, podés dedicarte a cocinar los rellenos). Si vas a hacer panqueques rellenos de dulce, podés aprovechar cuando aún estén tibios y son un gol.
Dato irrelevante (o no)
Mi abuela me preparaba las filloas con azúcar común y unas gotas de limón. Era la forma más sencilla de comer panqueques totalmente deliciosos y recién hechos.