Manzanas asadas: más fácil imposible
“La fruta no es postre”, dicen. Pero si a una fruta como la noble manzana le hacés unas magias muy simples, podés tener tremendo postre en muy poco tiempo. ¡Leé esta receta!
A veces hay recetas tan sencillas que parece una tontería escribirlas, pero funcionan como idea de algo diferente que por ahí no tenías en el radar y cuando la leés, te tienta a probar. Bueno, algo así sucede con estas manzanas que podés hacer al horno o incluso en el microondas.
Sirve cualquier manzana, pero las mejores sin dudas son las verdes. Podés hacerlas con cáscara, pero también podés pelar la parte del medio, dejando un aro de piel en la parte superior y uno en la parte inferior (ayuda a que no se desarmen al cocinarse).
Si tenés un utensilio para quitarles las semillas del centro, hacelo procurando que el fondo de la manzana no quede agujereado. Si no tenés ese utensilio, no te preocupes: podés probar con mucho cuidado y un cuchillo fino o simplemente no sacarles las semillas y evitar comer esa parte cuando estén prontas. Eso sí, tratá de hacer un hoyito en la parte de arriba, donde sale el cabo, con el cuchillo.
Si pudiste quitarles el corazón (¡suena dramático!), es una buena opción meterles adentro un cubo de dulce de membrillo o una cucharada de mermelada. Si no, simplemente espolvorealas con azúcar y canela a gusto.
Llevalas al horno en una chapa con un fondo de agua y cocinalas durante media hora con el horno en 180 grados. Andá vichando la cocción, porque si se pasan, se pueden desmoronar o rajar. También podés ponerlas en una fuente apta para microondas e ir dándole de a 2 minutos y probando el punto (deberías poder pincharlas con facilidad, pero que no se hagan puré).
Tip
Cuando las termines de hacer, dejá que se enfríen un poco antes de servirlas, así si quedaron muy blandas no se destruyen cuando las movés. Probalas tibias con helado de crema, son la gloria.
