Hoy te presentamos: Concepción Arenal
Nacida en la ciudad de Vigo, en España, siempre fue entusiasta de devorar libros. Aprendió francés e italiano por su cuenta y además se interesó por las ciencias y la filosofía, pero vivía en una época en la que no era común ver a mujeres rompiendo las barreras en la educación. Eso la llevó a tomar cartas en el asunto.
Carrera de obstáculos
Convertirse en abogada era su gran deseo. El inconveniente: las mujeres no estudiaban leyes en la facultad, por lo que Concepción asistió a la Universidad Central de Madrid vistiendo capa, levita y sombrero de copa… ¡hasta se cortó el pelo para simular ser un hombre! Así también asistió a tertulias políticas y literarias.
Cuando la Universidad descubrió que se hacía pasar por hombre, el rector decidió que ella tenía que hacer un examen de conocimiento. Ella lo aprobó tan excelentemente que a las autoridades no les quedó remedio más que aceptarla, pero no la dejaron dar exámenes. Concepción cursó todas las materias, pero jamás obtuvo el título de Doctora en Derecho por las trabas machistas y burocráticas de aquel entonces.
Compromiso social
Concepción era una mujer brillante, así que lo anterior no la detuvo: se convirtió en escritora y poeta. En 1855 comenzó a publicar en el periódico liberal La Iberia junto a su esposo.
Es considerada la madre del trabajo social en su país. Escribió el Manual de el visitador del pobre, donde puso en tela de juicio la idea de que las personas eran pobres por descuidadas y viciosas.
En 1860 publicó el ensayo La beneficencia, la filantropía y la caridad, trabajo que firmó con el nombre de su hijo de 10 años y obtuvo el premio de la Academia de Ciencias Morales y Políticas… pero cuando descubrieron el engaño comenzó el debate: ¿podía premiarse a una mujer? No existían precedentes, pero como cuando asistió a la universidad, esta mujer los obligó a crearlos: Concepción Arenal recibió el premio. Otra victoria.
En 1863, Concepción consiguió otra primera vez: se convirtió en visitadora de cárceles femeninas, hasta entonces un puesto ocupado solo por hombres. Años después, fue separada de ese trabajo por publicar Cartas a los delincuentes y por defender una reforma del Código Penal.
Pensando en las mujeres
Su obra también abordó la situación de la mujer de su época, y por eso es considerada una pionera del feminismo en su país. En 1869 publicó La mujer del porvenir, en el que habló del libre acceso de la mujer a la educación y rechazó las teorías de superioridad del hombre por criterios biológicos. Luego, en La mujer trabajadora, criticó la diferencia de sueldos entre trabajadoras de la industria con respecto a los hombres.
Concepción Arenal es una figura histórica que nos deja muchas enseñanzas, no solo con sus ensayos revolucionarios para la época, sino con su propia vida, ya que tuvo que fingir ser hombre para obtener muchos de sus logros y demostrar su valor como escritora, abogada y periodista. En todos los casos, cuando la verdad de sus seudónimos o disfraces era revelada, nadie lograba poner en duda su brillantez.
Fuentes:
http://www.cervantesvirtual.com/portales/concepcion_arenal/autora_biografia/
http://www.amnistiacatalunya.org/edu/2/pm/pm-cites-concepcionarenal.html
https://blogs.diariovasco.com/ser-escritor/2019/03/11/las-caras-de-concepcion-arenal/