Malala Yousafzai: la niña que se animó
ATENTI: Este artículo tiene lenguaje inclusivo*
En Harta ya te mostramos que defender los derechos no es solo cosa de adultes. Hoy te contamos la historia de Malala Yousafzai, la joven defensora que peleó por su derecho —y el de todas las niñas— de asistir a la escuela. Es la ganadora más joven del Premio Nobel de la Paz. Impresionante, ¿no?
Los comienzos: terror y activismo
Hoy Malala tiene veintidós años, pero su historia comenzó cuando tenía solo once. Malala es musulmana y pasó su infancia es su país natal, Pakistán. Pero, poco a poco, un grupo paramilitar que proclama el extremismo religioso islámico fue tomando control del valle en que ella vivía. Prohibieron la televisión, la música, la ropa colorida y hasta reír en voz alta.
Esta situación, evidentemente, captó la atención de la prensa internacional. Y a la cadena británica BBC se le ocurrió una particular forma de contar lo que estaba sucediendo en ese valle pakistaní: a través de los ojos de una adolescente que viviera en el lugar. Era una tarea muy peligrosa, pero Malala aceptó y así empezó a escribir un blog donde relataba su vida bajo el control del extremismo religioso.
“Quería defender mis derechos”, explicaría años más tarde a la BBC. “Y tampoco quería que mi futuro fuera solo estar sentada en una habitación y estar encarcelada entre mis cuatro paredes y solo cocinar y dar a luz a niñes. No quería ver mi vida de esa manera”.
El blog
Un día, Malala escribió en su blog: “mi madre me hizo el desayuno y me fui a la escuela. Tenía miedo de ir a la escuela porque los talibanes han emitido un decreto prohibiendo a todas las niñas que asistan a las escuelas”.Ocultaban los libros bajo el chal y debían ponerse ropa de calle para que el uniforme no delatara que eran estudiantes. Unas semanas después, Malala agrega: “estaba de mal humor mientras iba a la escuela porque las vacaciones de invierno comienzan a partir de mañana. El director anunció las vacaciones, pero no mencionó la fecha en que la escuela volvería a abrir”. La violación del derecho a la educación de las niñas la indignaba muchísimo y el blog comenzaba a tener una enorme relevancia internacional. Aunque la situación en aquel valle paquistaní mejoró por momentos, y eventualmente las niñas pudieron volver a las escuelas, el nombre de Malala Yousafzai se hacía cada vez más y más conocido en la región. El blog, actualmente, no está disponible en línea.
El atentado
Una tarde de 2012, cuando tenía catorce años, Malala volvía del liceo. Iba pensando en sus clases. Dos hombres pararon el ómnibus. Cuenta que gritaron “¿quién es Malala?” y dispararon. Fue herida de gravedad. El extremismo islámico había finalmente decidido atentar contra su vida.
Despertó diez días más tarde en Birmingham, Inglaterra. Malala tuvo que atravesar múltiples operaciones y meses de rehabilitación, pero finalmente se recuperó enteramente del atentado.
No obstante, no pudo volver a Pakistán. Era demasiado peligroso. Malala retomó su educación secundaria en Inglaterra, pero siguió luchando por que todas las niñas pudieran tener acceso a la educación. Estima que hoy 130 millones de niñas en el mundo no pueden asistir a la escuela.
* El lenguaje inclusivo busca eliminar el neutro masculino que existe en el español: aunque haya solamente un hombre incluido, dejamos el todas para decir todos. Para esto, eliminamos el género de una y usamos siempre la letra “e”: todes, amigues, elles, nosotres. Si querés saber más de este tema, hacé clic acá.
Steph
Me gusta el té de coco, la política y el color rosado. No odio los lunes. Sueño con vivir algún día en Nueva York.
Ilustradora: Roseé
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