Hacer Visible lo Invisible: visibilizar la trata de personas
En 2017, un grupo de seis compañeras de facultad comenzó a investigar el delito de la trata de personas. Su inquietud creció hasta transformarse en Hacer Visible lo Invisible, una organización sin fines de lucro que busca que esta problemática no caiga en el olvido y el silencio. Trabajan por su cuenta armando talleres para impartir en liceos. Su proyecto es una muestra de que la organización es posible y que no existen intervenciones pequeñas, que se puede agarrar un problema que parece inabarcable y generar un impacto positivo.
La trata de personas es, según la ONU, “la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación.” Es un delito, es considerada una forma de esclavitud. El 80 % de las víctimas son mujeres y niñas y más del 50 % son menores de edad, según el reporte del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Frente a esta problemática mundial, las integrantes de Hacer Visible lo Invisible buscan educar a las personas desde la adolescencia, que se sepa que en Uruguay este delito también se comete. Hablamos con ellas sobre su trabajo.
¿Cómo surgió el proyecto?
Nació primero como un trabajo para facultad. Las seis integrantes del grupo somos estudiantes de Comunicación y elegimos el tema de la trata para la materia Sociología. Fue una propuesta de dos compañeras que tenían interés en eso y a todas nos pareció importante. En ese momento lo que hicimos fue analizar la trata de personas desde la perspectiva de varios autores. Un tiempo después, Tatiana (una de las integrantes) se ganó una beca para ir a Estados Unidos. Estando allá participó de un concurso que premiaba tres proyectos con 500 dólares. Su propuesta fue la realización de talleres en liceos sobre la trata de personas.
Ya desde el nombre del proyecto se ve que decidieron centrarse en la visibilización de este delito. ¿Por qué?
Al investigar nos dimos cuenta de que casi no hay información sobre este tema en Uruguay. Es un delito que tiene niveles casi como el narcotráfico o el tráfico de armas, ¿cómo puede ser que pensemos que no pasa? Es importante visibilizarlo, que se sepa que existe. Nos llamó la atención la cantidad de adolescentes víctimas, por eso elegimos liceos.
¿Qué actividades realizan como organización?
Damos talleres en liceos, preferentemente de tercero a sexto, pero se pueden modificar para clases con alumnos de menor edad. Además, este año comenzamos a subir información a nuestras redes sociales para generar visibilidad.
¿Cómo se preparan y se dan los talleres?
Trabajamos en diálogo con las autoridades de los liceos. Cada taller ha sido diferente porque los grupos tienen inquietudes distintas o saben diferentes cosas sobre la temática (a veces nada). Tenemos armados varios módulos: introducción a la trata, situación en Uruguay, métodos de captación y uso responsable de redes sociales, cuestiones sociales vinculadas con la trata. Hacemos presentaciones y después actividades en grupos. Podemos ir en una sola instancia al liceo o en varias para tratar todos los módulos. Vamos moldeando los talleres de acuerdo a las necesidades. La temática de las redes sociales fue la que más nos solicitaron las profesoras. Hubo mucho de probar, fue un proceso.
¿Cuál ha sido la respuesta de parte de las y los estudiantes?
Hacen preguntas, se involucran en el tema. Teníamos miedo de que fuera como una clase en la que hablamos y nadie dice ni pregunta nada, pero participan. Hay poca presencia de varones, al menos en nuestra experiencia, porque algunos talleres eran voluntarios. Nos gustaría que participaran más varones en esas instancias. Cuando nos acercamos a los grupos durante las consignas, las estudiantes nos cuentan cosas que no se animan a contarles a otras personas. Y ahí tenemos que prepararnos para ver cómo reaccionar a eso. Cuentan historias de violencia que les sucedieron.
¿Tienen algún tipo de apoyo?, ¿cómo se financian?
Al principio con ese fondo del Departamento de Estado de Estados Unidos, ahora con nuestra plata, pero seguimos postulando a fondos. Estamos participando en uno de Socialab y en uno del INJU.
Mirando hacia adelante, ¿qué tienen planificado, qué les gustaría lograr?
Un montón. Mucho depende de si nos sale algún fondo. Queremos crear una biblioteca virtual y física para poder subir información y que sea accesible. Estamos armando el sitio web, planificando una intervención para el Día Mundial contra la Trata (30 de julio) y coordinando más talleres.
¿Cómo se puede apoyar el proyecto?
Comentando sobre los talleres en su liceo, compartiendo en redes (facebook e instagram) y sumando cualquier información que tengan.
Cachi
Ilustración: Verónica
Este artículo fue escrito e ilustrado por integrantes de nuestro equipo de colaboradoras fijas. ¡Sumate vos también! Acá podés encontrar un formulario para ponerte en contacto con nosotras.