Ilustradora: Ini
The Breakfast Club: un clásico para hacernos reflexionar
[Opinión]
La película trata de cinco adolescentes que se ven obligados a pasar todo un sábado en la biblioteca del colegio como forma de castigo por haber roto las reglas. Cada uno de ellos pertenece a un grupo social diferente y cumple con un estereotipo dentro de su liceo: el nerd, la chica popular y linda, la tímida y rara, el deportista y el chico malo. Esto hace que se sientan incómodos teniendo que compartir tanto espacio y tiempo juntos, pero a medida que las horas pasan y el aburrimiento aumenta, se comienzan a dar conversaciones entre ellos que revelan que, en realidad, no eran tan diferentes como creían.
Hecha en una época en la que las películas sobre adolescentes y para adolescentes no eran tan comunes, su director John Hughes logró darle voz a los jóvenes y sus problemas en el cine comercial. Es por eso que esta historia marcó un hito y es tan querida por las audiencias a pesar del paso del tiempo.
Pero los tiempos cambian…
Si bien esta película tiene mucho para enseñarnos, también es víctima de su contexto histórico: una época donde no había tanta concientización sobre el acoso y el abuso sexual. La película tiene varias escenas problemáticas de ese tipo, especialmente en cómo se retrata a la “princesa” Claire y las actitudes que John Bender tiene con ella. Son escenas construidas para ser cómicas, pero algunas de ellas muestran situaciones que hoy en día calificaríamos de acoso o abuso.
Molly Ringwald, la actriz que interpreta el papel de Claire, escribió en 2018 un ensayo reflexionando sobre esta película y las situaciones que hoy en día entiende que están mal. Expresa que lo que la película hizo por miles de adolescentes sigue siendo valioso, pero que hay conversaciones en torno a la historia que tienen que cambiar con el tiempo. Y eso está bien. Confía en que las siguientes generaciones analizarán la película con una mirada más actualizada e indicarán todas las cosas que no son aceptables, y a su vez podrán aprender de los mensajes positivos que tiene para dar.
¿Qué mensaje nos quiere dejar la película?
El valor más grande de esta historia es que muestra lo fácilmente encasillados que solemos quedar en ciertas categorías sociales durante nuestro paso por el liceo y durante la adolescencia en general. Nos hace reflexionar sobre los estereotipos y cuestionarnos sobre cómo juzgamos a nuestros compañeros, así como la distancia simbólica que ponemos entre nosotros y el resto. También nos ayuda a hacer las paces con la idea de que seremos inevitablemente juzgados por los demás, pero que en realidad todos somos únicos y a la vez iguales. Si nos amigamos con esa idea, las relaciones que tenemos con nuestros pares pueden llegar a cambiar para mejor.
Pero el mensaje más importante es el recordatorio de que esos preconceptos no nos definen como personas. En el marco del castigo que reciben estos adolescentes, se les asigna escribir un ensayo sobre quiénes creen que son. Sobre el final de la película, cuando estos personajes ya han cambiado por completo la forma en la que se ven, escriben un ensayo entre todos a partir de esta idea principal: tenemos más cosas en común de lo que solemos creer.
“Creemos que está loco por hacernos escribir un ensayo contándole quiénes creemos que somos. Nos ve como nos quiere ver… en los términos más simples y con las definiciones más convenientes. Pero lo que descubrimos es que cada uno de nosotros es un cerebrito, un atleta, un raro, una princesa y un criminal. ¿Será que esto responde a su pregunta?”.
