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Retrato de Harriet Tubman
Ilustración: Alejadra Guillén

Harriet Tubman: la libertadora de esclavos

Mujeres históricas

17 Dic 2020 | Conversemos

Seguimos contándote historias de mujeres que marcaron hitos en todo el mundo. Esta vez vamos a remontarnos a Estados Unidos para mirar la curiosa, valiente e increíble vida de Harriet Tubman, una abolicionista de la esclavitud y luchadora por el sufragio universal.

Los orígenes

En el inicio de esta historia, Harriet no tenía ese nombre, sino Araminta Ross. Apodada Minty, nació en Maryland, en el Condado de Dorchester. Su fecha de nacimiento es desconocida, pero se estima que ocurrió entre 1820 y 1825. Sus padres, Harriet Green y Benjamin Ross, eran personas en estado de esclavitud y tuvieron nueve hijos.

De niña, Minty no recibió educación. Trabajó de niñera y criada desde los cinco años, cuidando que los hijos de sus amos no llorasen, ya que si eso ocurría, era castigada. Creció realizando labores domésticas y también en los campos. En algún momento afirmó que prefería los trabajos en el campo a las tareas dentro del hogar. Los azotes y castigos eran frecuentes y le dejaron secuelas físicas y psicológicas de por vida.

Un espíritu rebelde

El carácter rebelde de Minty comenzó a revelarse desde muy joven, y le trajo consecuencias graves. Cuando tenía doce años, presenció el intento de fuga de un esclavo y vio cómo el capataz intentaba impedirlo arrojándole un objeto pesado de metal. Ella se colocó entre el supervisor y el fugitivo y recibió el golpe en la cabeza.

Ella misma contó sobre ese incidente: “El peso me rompió el cráneo… Me llevaron a la casa sangrando y desmayándome. No tenía ninguna cama, ningún lugar donde acostarme, y me pusieron en el asiento del telar, y me quedé allí todo el día y el siguiente”.

Esto le dejó graves secuelas como ataques cerebrovasculares, dolor de cabeza, mareos y narcolepsia, una condición que provocaba que se quedara profundamente dormida en cualquier momento, sin poder controlarlo.

La búsqueda de la libertad

Ese episodio hizo que aumentara su fama de esclava rebelde e ineficaz, por lo que su madre la impulsó a que se casara con un hombre negro libre llamado John Tubman, y así fue como adoptó un nuevo apellido.

Araminta se dedicó a investigar sobre el pasado de su familia. Con ayuda de un abogado, descubrió que su madre había sido libre durante un breve período, porque un primer amo que tuvo había muerto sin hacer provisión de ella. Nadie dijo que era libre y, poco tiempo después, volvió a ser esclava. Este descubrimiento obsesionó a Araminta, y creció aún más su deseo de ser libre.

La oportunidad de escapar se le dio una vez que su amo enfermó y circuló el rumor de que vendería a todos sus esclavos. Tubman huyó junto a dos de sus hermanos, viajando cientos de kilómetros por la noche entre bosques y pantanos hasta Pensilvania. Tuvieron la ayuda del Ferrocarril Subterráneo: una red clandestina organizada de personas abolicionistas llamadas “conductores”, quienes guiaban a los esclavos fugitivos a través de una red segura de lugares escondidos en casas privadas de personas blancas, en iglesias y escuelas llamadas “estaciones”, “casas de seguridad” y “depósitos”.

Una vez libre, Minty cambió su nombre de esclava y eligió el de Harriet. Además, juró volver para rescatar a todos sus familiares que seguían en el sur.

La libertadora

Harriet empleó sus experiencias en la esclavitud para aportar a la liberación de esclavos. Forjó vínculos de amistad con abolicionistas e intelectuales que financiaron su causa y se convirtió en la “maquinista” más importante del Ferrocarril Subterráneo. Recibió el apodo de Moisés por sus esfuerzos para conducir a la población esclava hacia la libertad.

Llevaba una pistola, no solo para defenderse de sus enemigos, sino para amenazar a los fugitivos cansados o temerosos que no quisieran continuar con el difícil viaje. “Vivir en el norte o morir aquí”, les decía, para que no arruinaran el escape durante el largo trayecto.

Una mujer memorable

Harriet era de pequeña estatura y el hecho de que se quedara dormida de pronto daba la impresión equivocada de que era una mujer muy frágil, pero… durante la década en la que fue libertadora ¡rescató a más de 70 personas!

En la Guerra Civil, Tubman sirvió al ejército de Estados Unidos como espía, exploradora, cocinera y enfermera para el bando de la Unión, liderado por el entonces presidente Abraham Lincoln.

Harriet también trabajó por los derechos de la mujer, intentando conseguir el sufragio universal junto con Susan B. Anthony y otras feministas. Su fama había llegado en esa época hasta Europa, e incluso la reina de Inglaterra la invitó a pasar una temporada en su país.

Harriet Tubman falleció en Auburn el 10 de marzo de 1913, y el Ejército le rindió honores en un entierro de carácter militar.

En la presidencia de Barack Obama se buscó homenajearla colocando su cara en los billetes de 20 dólares, pero esos planes fueron pausados cuando llegó Donald Trump al gobierno. De todos modos, es una de las figuras históricas estadounidenses más relevantes y su historia es digna de libros y películas.

Fuentes:

Harriet (Estados Unidos, 2019). Película dirigida por Kasi Lemmons y distribuida por Focus Features.

Harriet Tubman: la mujer que lo arriesgó todo por los afroamericanos esclavizados

Harriet Tubman, History

Redactora: Ana Laura Peralta
Ilustradora: Alejadra Guillén
Este artículo fue escrito e ilustrado por integrantes de nuestro equipo de colaboradoras fijas. ¡Sumate vos también! Acá podés encontrar un formulario para ponerte en contacto con nosotras.

En este artículo:

feminismo

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