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Feminismo: ¿igualdad o equidad?

12 May 2020 | Conversemos

Seguramente alguna vez hayas presenciado discusiones sobre qué era el feminismo y cuál era su fin último o escuchado el dilema sobre qué persigue, si la igualdad o la equidad. Esto puede haberte generado un par de dudas que impliquen repensar el concepto y sus fines.

Como hasta hoy parece que no es un tema saldado, te quiero contar un poco más sobre este debate y lo que significan ambos términos, a la luz de lo propuesto por algunas teóricas feministas.

En esta primera entrega voy a hablar del contexto de estos términos y más adelante explicaré diferentes puntos de vista sobre igualdad y equidad. ¡Comencemos!

Entendiendo el concepto de igualdad

A lo largo de la historia han sido diversas las disciplinas y movimientos sociales que han intentado definir el concepto de igualdad: desde la filosofía moral y política, pasando por la doctrina de los derechos humanos, hasta el feminismo.

Evangelina García Prince fue una académica venezolana feminista que se dedicó a investigar y escribir sobre igualdad de género, equidad, paridad y sobre el género en las políticas públicas. Ella afirma que la igualdad tiene un carácter multidimensional, es decir, que su significado puede ser entendido desde al menos tres perspectivas: la igualdad como principio, como derecho y como concepto.

Igualdad como principio

La igualdad como principio supone entenderla como un valor fundamental, algo que nos orienta y debe ser una referencia en el actuar. Además, como principio jurídico tiene el carácter de ser general: no pueden existir excepciones o privilegios en su aplicación.

Igualdad en su dimensión normativa

La igualdad como derecho aparece por primera vez en la Declaración de Independencia de Estados Unidos y más tarde en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución Francesa. Si bien estas normativas declaraban el principio de igualdad como pilar fundamental, esta no incluía a mujeres y esclavos, quienes eran considerados ciudadanos de “segunda categoría”.

Es así como, durante mucho tiempo, la igualdad fue interpretada en términos absolutos y sin tomar en cuenta las realidades específicas. Esto es problemático, porque el concepto se construyó basado en una sociedad patriarcal y androcéntrica y no se consideraron las experiencias particulares de las mujeres y otros grupos, lo que en los hechos generó desigualdades.

Es allí donde las feministas comenzaron a tomar lugar en la escena política y plantear una seguidilla de demandas para poder alcanzar la “igualdad” entre hombres y mujeres. Esta lucha más adelante en la historia será tildada de liberal, entendiendo que este reclamo solo busca una igualdad formal entre los géneros, pero que no cuestiona las bases del sistema patriarcal.

Igualdad en el movimiento feminista ilustrado

En plena Revolución Francesa, entonces, surge el feminismo llamado de la primera ola, en donde algunas mujeres comienzan a teorizar y demandar mayor igualdad entre hombres y mujeres en aspectos como el derecho al sufragio, a la propiedad y en general por la igualdad de derechos civiles y políticos. Una de las principales luchadoras de esa época fue Olympia de Gouges, quien en 1791 redactó la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana.

Con el tiempo se pudieron observar otras corrientes feministas, como el feminismo socialista y el radical, también denominado de la segunda ola. Aquí comenzaron a entrecruzarse otras lecturas y se conceptualizó el feminismo de la diferencia, en contraste al feminismo de la igualdad.

Feminismo de la diferencia y feminismo de la igualdad

El feminismo de la diferencia propone una revalorización de lo femenino y de la maternidad y reivindica la irracionalidad y sensibilidad supuestamente características de la mujer. Esta postura, que cuestiona todo el sistema patriarcal, ha sido profundizada por el feminismo radical, pero existen diversas corrientes dentro del feminismo de la diferencia. Algunas de sus lecturas han sido fuertemente criticadas y catalogadas como esencialistas, biologicistas y, en definitiva, por perpetuar los estereotipos de género.

Por su parte, el feminismo de la igualdad sería aquel que busca profundizar la lucha hasta lograr la abolición de las desigualdades basadas en el sexo. Este principio de igualdad sirvió como base para el feminismo liberal y para el socialista, aunque es entendido en forma radicalmente distinta por ambas corrientes.

A lo largo de los años, algunos feminismos han tomado el concepto de igualdad y han trabajado en torno a este como fin último. Otros, mientras tanto, han admitido su importancia, pero sin limitar sus objetivos ni tomarlo como concepto central de la teoría.

Con este pantallazo histórico y teórico, en el próximo artículo hablaremos de las principales diferencias entre los conceptos de igualdad y equidad. ¡No te lo pierdas!

Estos artículos fueron realizados a partir de las siguientes lecturas:

  • García Prince, Evangelina. Políticas de igualdad, equidad y gender mainstreaming. ¿De qué estamos hablando? Marcos conceptuales. San Salvador: PNUD, 2008.
  • Facio, Alda. ¿Igualdad y/o equidad? Nota para la igualdad n.° 1. Panamá: Área de género del centro regional del PNUD, 2011.
  • Moreno Balaguer, Rebeca. Iguales o indiscernibles: por una crítica al pensamiento de la diferencia desde la tradición republicana de la Ilustración. Madrid: Instituto de Investigaciones Feministas, Universidad Complutense de Madrid, 2011.

Redactora: Fran Marín Pinto

Ilustración: Lía

Este artículo fue escrito por una colaboradora externa al equipo de Harta. ¡Sumate vos también! Acá podés encontrar un formulario para ponerte en contacto con nosotras.

En este artículo:

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