Violentadas en cuarentena: porque la violencia de género sigue aún en pandemia

A raíz de la pandemia de COVID-19, en gran parte de los países del mundo se vivieron y viven aún hoy situaciones de cuarentena, confinamiento o distancia social. Muchas veces hablamos de que el 2020 fue un año de frenar, en el que nuestra vida se paralizó. Sin embargo, la violencia de género siguió caminando.

Por eso, se generó Violentadas en cuarentena: una investigación transfronteriza en 19 países de América Latina y el Caribe para ver cómo fue la violencia hacia las mujeres durante la cuarentena. El proyecto fue realizado por un equipo multidisciplinar de mujeres pertenecientes a la Red Latinoamericana de Jóvenes Periodistas de Distintas Latitudes, periodistas aliadas de Chicas Poderosas y periodistas independientes.

Violencia de género en cuarentena

La violencia de género no empezó en marzo, cuando la COVID-19 azotó el mundo. Lo que cambió fue que los Estados pasaron a ocuparse de otra problemática y, en muchos casos, las mujeres quedaron encerradas por la cuarentena junto a sus agresores o femicidas.

Durante la pandemia, en casi todos los países estudiados, aumentaron las llamadas a las líneas de atención, han aumentado los feminicidios y otras situaciones de violencia hacia las mujeres.

¿Qué pasó en Uruguay?

Uruguay es uno de los países que, como seguro ya sabés, no adoptó el confinamiento obligatorio como medida de Estado. Sin embargo, durante los primeros meses de la pandemia, las llamadas a la línea 0800 4141 (línea de asesoramiento y orientación a mujeres víctimas de violencia de género) fueron mayores que en lo que iba de año, aunque no llegaron a tener los niveles del mismo período del año anterior.

Si bien el confinamiento puede empeorar las situaciones de violencia, no se tomaron medidas extra por parte del Gobierno más allá de comunicar masivamente los servicios de atención. El pico de abril, donde más llamadas se registraron, puede deberse a esta difusión de los servicios.

Además, fue bastante común que amigos y familiares de las víctimas se comunicaran pidiendo asesoramiento, ya que la víctima no podía hacerlo porque estaba conviviendo en el mismo lugar que su agresor.

Otro gran problema fue que, para evitar la propagación del virus, se cerraron temporalmente los centros de atención personales de casi todos los servicios del Estado.

La violencia psicológica es la más común entre los tipos de violencias que sufren las mujeres, seguida de la violencia patrimonial y económica. En la mayoría de los casos, la violencia es ejercida por vínculos cercanos, como parejas, ex parejas, familiares…

Si querés leer más sobre el informe de Uruguay, podés hacerlo acá.

Ilustración: María Eugenia Abascal