5 mitos sobre alimentación que no tenés que creer
El mundo de la nutrición es muy amplio… Casi todos los días salen estudios científicos que aseguran cosas complejas y absurdas sobre lo que comemos. Si buscamos la palabra “dieta” en Google, vamos a tener cientos de miles de resultados con dietas milagro que nos ofrecen perder 5 kilos en una semana.
Por eso, siempre tenemos que valernos de información confiable para poder alimentarnos bien. Porque comer bien no solo es estar en un peso saludable, sino también recibir de los alimentos los nutrientes que precisamos para estar sanas.
Te cuento 5 mitos sobre alimentación que no tenés que creer, ¡seguí leyendo!
Dietas milagro
Ninguna dieta que encuentres en Internet va a ser buena para vos: en general son dietas restrictivas y con muy pocas calorías, que no tienen todos los nutrientes necesarios y que, además (y esto es fundamental), no están personalizadas. Es un médico (un nutricionista) quien tiene que decirte si estás bien de peso, cuánto tendrías que adelgazar y cómo es la mejor forma para hacerlo con base en tu estado de salud y la cantidad de kilos que tenés que bajar.
Y te cuento un secreto más: no necesitás tener algún kilo de más para que un nutricionista te asesore. La mayoría de las personas no tenemos hábitos saludables y un médico puede ayudarnos a adquirirlos con información sobre qué podemos comer y cuáles son las proporciones según nuestra edad y nuestra actividad física.
Así que en vez de seguir la dieta de la papaya asada, capaz que te conviene darte una visita por un nutricionista, contarle tu situación y dejar que te aconseje de manera saludable, ¿no?
Eliminar los carbohidratos adelgaza
Se corre el rumor de que si eliminamos de nuestra vida los carbohidratos, mágicamente vamos a perder un montón de peso. Los carbohidratos son todas las harinas, los tubérculos, los cereales… Es decir, una parte muy importante de la alimentación y uno de los principales aportes de energía para nuestro cuerpo.
Si eliminamos los carbohidratos vamos a bajar de peso, sí, pero también nos vamos a sentir más cansadas, irritables, molestas. Solo en casos de celiaquía es importante eliminar aquellos carbohidratos que contengan gluten, por ejemplo, la harina de trigo. Pero, en ese caso, se sustituyen por otros hidratos de carbono, generalmente usando harinas como la de arroz.
Comer más carbohidratos de los necesarios para nuestro cuerpo nos hace engordar, pero consumir la cantidad justa nos va a hacer mantenernos en el peso saludable para nosotras. Así que ya sabés: nada de eliminarlos.
No podés comer nada dulce o rico
Muchas personas consideran que para mantener el peso hay que vivir a dieta. Y que vivir a dieta significa sufrir: comer verduras hervidas y churrasco de pollo eternamente. La realidad es que la salud no solo pasa por el aspecto físico, sino también por el mental.
Tener una dieta muy estricta, según la cual nunca se puede comer una pizza con amigos o merendar un alfajor, conlleva frustración. Si aguantamos el antojo de algo dulce, el día que lo comamos no va a ser un alfajor, sino media docena. Y las dietas estrictas también influyen en nuestra vida social: seguro que si estás preocupada por tu peso e intentaste hacer una dieta muy estricta, en algún momento quisiste faltar a un cumpleaños porque “te iban a tentar” las cosas que no podés comer o te sentiste mal por no poder comerlas.
Por eso, es más importante aprender a comer de todo y saber que lo ideal es consumir mayoritariamente alimentos saludables y darse un gusto de vez en cuando, sabiendo que va a haber días en los que podemos excedernos un poco y no va a pasar nada grave. La clave no es hacer dieta, sino aprender a comer.
Los famosos «quemagrasas»
Tomar té verde o té con jengibre, agua con limón en ayunas y otras tantas opciones para quemar grasas… ¡son un invento! La única forma de quemar la grasa excedente de nuestro cuerpo (ojo, necesitamos grasa para funcionar correctamente) es comer de manera sana y equilibrada.
Ninguna de estas combinaciones va a hacer que quemes la grasa que tenés extra, así que no tomes nada de esto a menos que lo hagas por puro placer.
Comer cada 2 horas
Antes se creía que había que comer cada 2 horas para aumentar el metabolismo y quemar más grasas, por ende, perder más peso. La realidad es que es importante hacer varias comidas en el día, pero no necesariamente tiene que ser cada dos horas.
Si hacemos las cuatro comidas básicas (desayuno, almuerzo, merienda y cena) vamos a estar bien, no vamos a sentir hambre, vamos a tener energía durante todo el día. A algunas personas les sirve hacer colaciones, especialmente si entre una comida y otra pasan muchas horas, pero eso va a depender de la rutina de cada una.
Esta desmitificación sobre alimentación está basada en los consejos de la nutricionista Estefanía Beltrami. Si querés saber más sobre ella podés seguirla en su Instagram.
