fbpx
Hay una joven de pelo por los hombros, sentada en el piso dandole la espalda al espectador. En la pared que ella ve se muestra una pared repleta de fotos de mujeres con marcada musculatura, sonriendo y haciendo deporte.

Ortorexia y chicas fit

16 Sep 2019 | Cuidate, Redactora: Rusa

Ya todas sabemos que comer variado y hacer ejercicio físico es la clave para estar sanas. Pero ¿qué pasa si esto se convierte en una obsesión que puede enfermarte? ¿Es eso posible? Pues sí: la ortorexia es un trastorno alimenticio en el que las personas se obsesionan con llevar una vida sana.

Si tenés Instagram, seguro que seguís o te topaste con alguna cuenta de “chicas fit”: mujeres que muestran lo que comen y los ejercicios que hacen, que sirven como inspiración para muchas mujeres que quieren llevar una vida más sana. Pero también tienen un lado negativo: muchas mujeres se sienten mal por no tener esos cuerpos esculturales, por “pecar” comiendo algo fuera de la dieta o por no ir a entrenar cuando están con gripe.

¿Será que la ortorexia y las chicas fit pueden tener una relación?

Chicas fit que contaron que tienen un problema

Varias chicas fit de Instagram reaccionaron a tiempo y se dieron cuenta de que tenían un problema de salud física y mental. Es el caso de The Fit Foodie, cuyo nombre real es Sally O’Neil. Ella confesó en un posteo que su historia comienza por ver a otras chicas con muy buena forma física y su deseo de estar igual.

Por eso, Sally empezó un plan de ejercicio y dieta muy estricto, que incluía al menos dos horas de ejercicio diario y una de ellas era de ejercicio intenso. Cuenta: “Estaba constantemente atada a mi monitor de frecuencia cardíaca, comprobando si había quemado más que el día anterior. Poco a poco, empecé a ver algunos cambios en mi cuerpo. Comencé a tonificarme y a recibir elogios de todos los que me rodeaban”.

La dieta no era mucho mejor: desayunaba un puñado de avena con agua, almorzaba un huevo duro y espárragos y de cena hacía un salteado de fideos konjac (es decir, no son de harina sino de un tubérculo llamado konjac) y pollo. A medida que los días pasaban y la obsesión crecía, las porciones eran cada vez menores.

Cuando llegó a los 43 kilos tenía sus tan deseados abdominales, pero también estaba falta de energía y no menstruaba. Fue el momento de ir a un médico, que le diagnosticó ortorexia.

Con mucho esfuerzo y un profesional de la salud mental adecuado, Sally logró recuperarse y hoy en día lleva una dieta saludable, hace ejercicio regularmente y no se priva de comer algunas cosas ricas.

Este es solo un caso, pero otras chicas fit, como Madelyn Moon, han contado también su historia.

¿Cómo nos afecta la ortorexia?

La ortorexia está contemplada dentro de los trastornos del comportamiento alimenticio. Pero tiene algunas particularidades: mientras que las personas que sufren de anorexia optan por ayunar, las personas con ortorexia comen en base a una idea de “dieta saludable” (es decir, les preocupa la calidad de los alimentos), por lo que eliminan alimentos con grasas, conservantes, colorantes artificiales y harinas, entre otros. Si bien esto parece un comportamiento saludable, cuando se convierte en una obsesión y se empiezan a restringir cada vez más alimentos, deja de serlo. Es bueno que nuestra dieta sea principalmente saludable, pero no podemos sentirnos mal si un día comemos papas fritas o un helado.

Muchas veces a esto se le añade una obsesión por el ejercicio, en la que las personas se aíslan y dejan de hacer cosas que les gustan con tal de ir al gimnasio: no van a cumpleaños, hacen ejercicio estando enfermos, etc. El ideal de belleza femenina ha mutado y ahora está muy relacionado con una mujer con músculos y bien tonificada.

El gran problema de la ortorexia es que está “bien visto” por la sociedad, porque todos consideramos que comer sano y hacer ejercicio está bien. Sin embargo, tener una obsesión al respecto deja de ser bueno, ya que la salud no solo es física, sino también mental. Socialmente se cuestiona poco a quien lleva una vida activa, por lo que la enfermedad se desarrolla silenciosamente y se empiezan a tener dificultades para gestionar las emociones, necesidad constante de autovalidación e insatisfacción corporal. Es un trastorno cada vez más común entre las adolescentes y jóvenes.

Consejos no profesionales

Otro punto muy importante que debemos tener en cuenta es que la mayoría de las chicas fit no son profesionales: ni nutricionistas ni educadoras físicas. En el mejor de los casos, siguen dietas pensadas para ellas y sus necesidades, que pueden no coincidir con las tuyas. Pero la mayoría de las veces no tienen ni siquiera el aval de un profesional.
Si lo que querés es bajar unos kilos, tonificar tu cuerpo, tener una vida más saludable o cualquier otra finalidad, lo importante es que consultes a profesionales. Estás en una etapa de desarrollo y es importante que te nutras bien, así que no está mal conseguir tus objetivos, siempre y cuando sean guiados por profesionales y sin obsesiones.

Rusa Amo las papas fritas. Machista en reconstrucción hacia un feminismo que nos libere. Una vieja de alma en un cuerpo relativamente joven. Escribo, corrijo, edito, leo, duermo

Ilustración: Verónica

Este artículo fue ilustrado por una integrante de nuestro equipo de colaboradoras fijas. ¡Sumate vos también! Acá podés encontrar un formulario para ponerte en contacto con nosotras.

Share This