Teta y estética
¿Te pasa de mirar para abajo y estar descontenta con tus tetas? ¿Sentís que son demasiado chicas, demasiado grandes, que están demasiado separadas, que tus pezones no son “normales”, que una es más grande que la otra, que tienen estrías? ¡No estás sola!
Lamentablemente, vivimos en un mundo en el que se nos propone un único modelo de cuerpo como el correcto, ¡y las tetas no son excepción! Vemos tetas todo el tiempo en la tele, en el cine, en revistas… pero siempre son las mismas: “perfectas”, redondas, idénticas entre sí, con pezones totalmente proporcionados, grandes pero no mucho, sin caerse, sin pelos ni estrías ni pecas.
¿Notaste que siempre nos muestran el mismo tipo de tetas? ¿Y que siempre es en un contexto de sexualización, no de naturalidad?
¡Todas las tetas están bien!
Al contrario de lo que suelen mostrarnos, no hay tetas correctas y tetas incorrectas. Hay de todo tipo, tamaño y color… ¡y todas son completamente normales!
¿Sabías que el tamaño de la glándula mamaria es igual en todas las mujeres? El tamaño de las tetas en sí es una cuestión de cómo se distribuye la grasa en cada tipo de cuerpo, porque son 90% grasa. Es algo muy normal también que una teta sea un poquito más grande que la otra. A veces es notorio a la vista y a veces no, pero ¡no es nada raro!
Así como con el tamaño, también la forma y la separación de las tetas entre sí varían mucho de persona a persona. De igual forma, hay areolas y pezones para todos los gustos: más grandes, más chicos, más claros, más oscuros…
Otra cosa completamente común es tener estrías. Las estrías aparecen cuando hay cambios rápidos en el cuerpo, y es habitual que las tetas crezcan casi que de golpe durante el desarrollo. También es usual tener pelos alrededor de la areola, que es algo de lo que se habla poquísimo y no se muestra jamás, pero es natural. ¡Mucho ojo si se te ocurre depilarlas! Hacelo con una pincita de cejas y con muchísimo cuidado.
Acordate de que tus tetas son perfectas así como son, porque son tuyas. Así como las de las demás son perfectas también, porque aunque el mundo no nos lo muestre, cada una de nosotras tiene las tetas que tiene que tener. ¡Y no hay motivos para estar desconformes con ellas! Amémoslas por lo que son.
¡Ojo con la salud!
Hay una cosa que sí es importante tener en cuenta. Si leíste hasta acá, ¡ya sabés que no es la estética! Mantenete atenta a lo que pasa con tus tetas: si te duelen mucho (más de la sensibilidad que solemos tener cerca de los días en que menstruamos), si te aparecen bultos o fibrosidades que no habías notado antes o si ves cambios de color en las areolas o los pezones, conviene que hagas una consulta médica.
Ilustración: Majo