Dejar a los hombres afuera… ¿es sexista?
[Opinión]
Feminismo: Un espacio para nosotras
Crear espacios seguros para las mujeres no es una actitud sexista, no va “en contra de los hombres” ni “en contra del progreso y la igualdad”. Y si en serio alguien afirma eso, es que solo se mete en la conversación sobre feminismo cuando cree que puede sacar algún beneficio para los hombres.
Pensá, por ejemplo, en cómo te sentís caminando sola de noche. ¿Alerta? ¿Nerviosa? No es lindo, ¿verdad? Pero si supieras que esa noche, por arte de magia, no va a haber hombres en la calle, seguro te sentirías más en paz, segura y tranquila. No, no pretendemos sacar a los hombres de las calles todas las noches. Pero sí hacerlos entender que, a veces, necesitamos algunos lugarcitos libres de miedo, llenos de libertad.
¿Por qué las mujeres necesitamos espacios seguros solo para nosotras? Por el mismo motivo que lo necesita cualquier otro grupo oprimido: hay experiencias, problemas comunes que surgen de la misma existencia del sistema que nos oprime, y por ende, de nuestro opresor.
Habrás notado el sentimiento de confianza natural que surge en un grupo de mujeres al hablar de acoso callejero, de violencia de género, de problemas únicamente femeninos. Y esto es más fuerte todavía cuando se están compartiendo anécdotas y experiencias personales. Ese sentimiento de sororidad es algo que nunca podrá tenerse con un varón, por más amigo que sea, por más buena voluntad que tenga de escucharnos.
¿Por qué? Simplemente porque no ha pasado por ello. Porque, como varones criados en esta sociedad, siguen privilegiándose de aquello que nos afecta. Porque sabemos que parte de sus mentes intentará justificar a la sociedad que los ampara, al pibe que nos gritó por la calle o al amigo que es hiperposesivo con la novia.
Paro Internacional de Mujeres: nuestra lucha
El 8 de marzo de cada año las mujeres de todo el mundo están convocadas a hacer un paro internacional. Y muchos hombres comienzan a decir que debe ser un paro para todos, porque ellos también estaban a favor de la igualdad. Bueno, no es así.
Uno de los lemas del #8M es “Si nuestras vidas no valen, ¡produzcan sin nosotras!”. Esto indica la necesidad de un día sin mujeres, no sin personas. Al sumarse hombres a ese paro, solo logran invisibilizar el motivo de nuestra lucha. Y no, campeón, eso no es ayudarnos.
Mucha gente salió a decir que el feminismo se estaba yendo de las manos porque “no dejaban participar a los hombres” y otros comentarios del estilo. Pero entiendan esto: es nuestra lucha.
Igualdad es una cosa, siempre juntos es otra
Muchos hombres creen que como buscamos igualdad, las feministas debemos crear siempre lugares mixtos, aptos para todos. Pero no es así. Queremos un lugar para hablar de experiencias personales que nos provocan miedo del género masculino, queremos poder hacer ejercicio en paz sin saber que nos están mirando el culo. Queremos sentirnos libres y, lamentablemente, muchas veces este no es el caso al haber hombres presentes. Porque, por más que nos gustaría que no fuera así, muchas veces la presencia masculina intimida, da miedo, oprime.
Si sos varón y estás leyendo esto, no estoy queriendo decir que te quedes esperando y nos dejes todo el trabajo a nosotras. Si querés ayudar, agarrá ese espacio que tenés en la sociedad y hacelo feminista. Sé feminista en tu casa, cuando vas a mirar una película, en todos los aspectos de tu vida social. Si escuchás a tus amigos haciendo comentarios machistas, deciles que no está bueno. Si ves tuits que tratan a las mujeres como objetos, no los compartas. Solo son unos ejemplos, vos entendés de qué te hablo.
Y vos, mujer: si tenés un grupo de amigos mixto, pero a veces querés juntarte solo con las mujeres, está bien. Si querés ir a un gimnasio solo femenino, está bien. Y si alguien te dice que dejar a los hombres en segundo plano en la lucha feminista es contradictorio, decile que, si tan feminista es, mejor se calle, se siente y te escuche hablar a vos.
Sofía 18 años y con la meta de cambiar el mundo. Mis días se resumen en cocinar, estudiar y tomar mate. Escritora aficionada y pseudo editora (en entrenamiento). Copada con escribir sobre género, sexualidad y todo aquello que me tenga harta.
Ilustración: Clara