El dolor físico durante el sexo
Cuando hablamos de sexo, es difícil no sentirnos incómodas o incomodar a quienes nos escuchan. Los seres humanos tenemos relaciones sexuales desde que existimos y, sin embargo, siempre hemos tenido cierta dificultad para hablar del tema. Pero más difícil aún es hablar de la otra cara del sexo, aquella que muestra lo crudo y frustrante que puede ser para las mujeres a veces.
El 10 % de las mujeres entre 16 y 24 años siente dolor durante las relaciones sexuales, según un estudio de la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres, la University College London y el centro de investigaciones sociales NatCen Social Researc, publicada en la Revista Internacional de Obstetricia y Ginecología. Este dolor es suficiente para hacerlas alejarse, renunciar y frustrarse ante la escasa posibilidad de hablarlo con alguien más sin sentirse avergonzadas.
Sin embargo, el dolor durante el sexo no tiene nada de vergonzoso y le pasa a más mujeres de las que pensamos.
La dispareunia: manifestación de dolor en el sexo
El dolor del que estoy hablando se llama dispareunia (también sucede en hombres, pero en menor medida) y afecta a mujeres de entre dieciséis y sesenta años. Aunque se manifiesta con distintas intensidades, suele aparecer antes, durante o después del encuentro sexual.
La dispareunia puede manifestarse por condiciones anatómicas, como infecciones o lesiones vaginales, infecciones del tracto urinario y retroversión del útero. Pero, según la investigadora y experta en sexo Kirstin Mitchell, que llevó a cabo la investigación, las causas más comunes son psicológicas, como el miedo a sentir dolor y el sentimiento de culpa y vergüenza, que contribuyen a la ausencia de placer. En las mujeres más jóvenes, puede tener que ver con el comienzo de las relaciones sexuales y que no se sienten 100% seguras con sus parejas.
En muchos casos, el dolor es tan intenso que las mujeres optan por dejar de tener sexo, lo que a su vez aumenta el estrés psicológico. Y así nace un círculo vicioso.
Hay miles de razones que hacen que una mujer sienta miedo, vergüenza o culpa por tener sexo. Muchas de ellas se vinculan con la sociedad y con la ilusión de que debemos comportarnos de determinado modo en nuestra sexualidad, cumplir un rol de género estereotipado y limitado.
Sentir dolor físico en lugar de placer favorece los sentimientos de vergüenza, frustración y muchas otras emociones negativas que contribuyen a ese círculo vicioso.
¡Contarlo siempre ayuda!
Hablar del dolor siempre es complicado, pero peor es esconderlo. Por esta razón, los profesionales y psicólogos siempre recomiendan hablarlo. De este modo, no solo tenemos la posibilidad de apoyarnos entre nosotras, sino también de promover conversaciones positivas y muy reales sobre el sexo.
Si estás pasando por una situación así, no dudes ni te lo cuestiones un segundo más: hablalo con alguien. Pueden ser tus amigas o algún profesional. La dispareunia tiene solución, el verdadero problema es la sociedad.