En tu nombre, Luisa
ATENTI: Este artículo tiene lenguaje inclusivo*
Como te contamos antes, en 1973 hubo un golpe de Estado en Uruguay: dejó de haber democracia y se instauró una dictadura que duró 12 largos años, hasta 1985. En ese período de miedo y horror, las Fuerzas Armadas persiguieron, torturaron y secuestraron a aquelles que se animaron a soñar con un mundo mejor.
El hijo de Luisa, llamado Nebio, fue una de esas personas. Como muches otres, se exilió en Argentina con su esposa y su hija, pero en 1976 los militares lo encontraron, lo secuestraron y lo desaparecieron. Es uno de les casi 200 detenides-desaparecides uruguayes que aún quedan por encontrar.
Luisa pasó el resto de su vida preguntándose qué le pasó a su hijo, cómo y dónde murió, quiénes lo mataron, dónde está su cuerpo.
Actividad política
Luisa se había rebelado contra la dictadura previamente —incluso estuvo presa antes de la desaparición de su hijo—, pero desde ese momento se fue construyendo como un verdadero símbolo de la lucha por Memoria, Verdad y Justicia.
En 1983, Luisa fue cofundadora de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos-Desaparecidos. Las Fuerzas Armadas seguían sin decirle dónde estaba Nebio. Una vez recuperada la democracia, se aprobó la Ley de Caducidad, que impide que se investiguen las violaciones de derechos humanos cometidas en la dictadura y que se juzgue a los militares que cometieron crímenes.
Sabiendo que había quienes tenían esa información y se negaban a darla, Luisa —junto a muches otres— comenzó a marchar en silencio todos los 20 de mayo, en protesta contra la impunidad.
Desde entonces, su lucha fue reconocida por muches: por ejemplo, fue declarada Ciudadana Ilustre de Montevideo, la Universidad de la República le entregó el título de Honoris Causa y el Correo Uruguayo emitió un sello postal con su imagen, en el marco de su edición de “Mujeres Notables”.
A pesar de su incansable lucha, este 21 de noviembre Luisa murió tras 42 años de búsqueda, sin saber qué le pasó a su hijo ni dónde está su cuerpo.
¿Y ahora, qué podemos hacer?
Aunque Luisa ya no esté, no podemos olvidar su lucha. El Estado sigue siendo responsable de los crímenes que cometió en dictadura, por lo que tenemos que asegurar que se siga investigando sobre qué pasó, quiénes son los responsables y dónde están les desaparecides.
Aunque la dictadura pasó hace mucho tiempo, es muy importante recordar, reflexionar sobre el pasado y rescatar la memoria para que no vuelva a suceder en un futuro.
Así que vamos a seguir marchando todos los 20 de mayo, en la Marcha del Silencio, para que algún día sepamos que les pasó a aquelles que murieron por soñar un mundo mejor.
Marchamos en tu nombre, Luisa.
Steph
Me gusta el té de coco, la política y el color rosado. No odio los lunes. Sueño con vivir algún día en Nueva York.