¡Importante! Maquillaje e higiene
Maquillarse es un arte que tiene cientos de años y que se utiliza para varios fines, desde estéticos hasta para generar obras de arte de cuerpo entero increíbles.
Lo que tienen en común todas las técnicas de maquillaje es que es muy importante tener buenas prácticas de higiene y seguridad para no tener ningún problema. Hoy te contamos algunas de ellas ¡para que puedas maquillarte tranquila!
Almacenamiento
El maquillaje se debe guardar en un lugar fresco y protegido de la luz. Para eso, generalmente se utilizan necessaires o valijas, pero podés utilizar un tupper forrado, una caja o cualquier bolsito de tela.
Este recipiente, sea cual sea, tiene que estar limpio y ordenado, con los productos correctamente cerrados para que no estén en contacto con el aire o la humedad.
De esta forma, los productos te van a durar más, van a mantener las características originales de cuando los compraste y vas a prevenir que se contaminen con algún microorganismo que pueda ser nocivo para tu piel.
Brochas, pinceles, esponjas
Todo lo que utilices para aplicarte maquillaje en el rostro o cuerpo tiene que estar guardado en otro recipiente distinto al que tiene los productos, para mantenerlos limpios más tiempo.
También es muy importante que laves frecuentemente tus pinceles, para evitar que se acumulen restos de maquillaje, sudor, virus o bacterias. Recordá que todo lo que toque tu piel debe estar lo más limpio posible para evitar sarpullidos o infecciones. Con agua y jabón neutro lográs una perfecta limpieza.
Compartir maquillaje
Se que está demás compartir maquillaje, pero lo ideal es que los productos que uses vos no los compartas con nadie más.
Los labiales o delineadores de labios no se deben compartir nunca (¡bajón!), ya que se pueden transmitir virus como el herpes. Lo mismo aplica con todos los productos para ojos: los virus y bacterias que causan enfermedades como la conjuntivitis pueden transferirse fácilmente de esta forma. ¿Y qué pasa con los polvos? Podés compartir sin problema, siempre y cuando cada una utilice sus propios pinceles (¡lavados!). Las bases líquidas también las podés compartir sin problemas.
¡Recordá lavar tus manos antes de maquillarte!
¡Desmaquillate!
Sí, a todas nos da pereza. Pero es fundamental que luego de varias horas maquillada limpies bien tu piel, para que pueda respirar y así evitar problemas cutáneos.
Existen muchos productos formulados para esto, pero si no tenés, podés hacerte un desmaquillante casero: mezclá en un recipiente limpio y con tapa que cierre bien una taza de agua potable con una cucharada de aceite de coco o de almendras. Antes de utilizarlo, agitalo muy bien y aplicalo sobre un algodón. Luego con ese algodón vas limpiando tu cara suavemente.
Por último: ante algún signo de irritación o sensibilidad frente a algún producto, debés dejar de usarlo inmediatamente, lavar la zona con abundante agua y es recomendable que vayas a una dermatóloga.
Rory B.
Fan de Harry Potter, los tatuajes y los gatos. Científica joven con el alma en el interior y el cuerpo en Montevideo. Aún no puedo decidir qué me gusta más: el té o el café.
Ilustración: Clara