La virginidad… ¿existe?
Esta no es una nota de educación sexual. Aquí no vas a leer “cosas para tener en cuenta antes de tener tu primera vez”, ni mucho menos. Esta nota es para decirte que tu primera vez importa muchísimo, y a la vez no importa nada. O, mejor dicho: importa tanto como vos quieras que importe.
Desde que somos chicas, una de las cosas a las que se le da más importancia es a nuestra virginidad. Nuestros padres nos explican que debemos “guardarnos” para alguien importante; los profesores de Biología nos hablan del cambio físico en el cuerpo de la mujer (la rotura del himen, que es el tejido que cubre, aunque no totalmente, la salida de la vagina); nuestras amigas comentan: “¡¡Fulana se acostó con Aquel!!”, como si fuera el evento más importante de la temporada.
Pero el problema con la virginidad es que no existe.
¿Qué es la virginidad?
La virginidad es un concepto puramente social, que tiene el propósito de controlar la sexualidad de la mujer. Impuesto por diferentes culturas y religiones, el concepto de virginidad tiene siglos de antigüedad y refiere a la “pureza e inocencia” de una mujer antes de haber sido tocada sexualmente por un hombre.
Acá van algunas de las formas más comunes de entender la pérdida de la virginidad, y una pequeña explicación de por qué son terribles.
- La virginidad se pierde al haber penetración pene-vagina. Esta definición, manejada por la gran mayoría de la gente, se basa en la normativa heterosexual. Es decir, en que toda persona sexualmente activa está con alguien del otro sexo, y esto simplemente no es así.
- La virginidad se pierde al romperse el himen. Hay mujeres que nacen sin himen, mujeres a las que se les rompe por golpes, incluso de niñas. Hay mujeres que tienen relaciones sexuales y el himen no se rompe. ¡El himen no lo es todo!
- La virginidad se pierde cuando hay orgasmos involucrados. Simple forma de refutar esto: según explicó la doctora Sherry Ross al diario británico The Independent, entre el 10% y 20% de las mujeres nunca llegan a un orgasmo. Pero no dudaríamos que están, de todas formas, manteniendo relaciones sexuales… ¿verdad?
Repito: la virginidad no existe.
Entonces, ¿qué importancia debemos darle?
Perder la virginidad no es un momento definitivo en nuestras vidas, no es la última meta antes de volvernos mujeres adultas. Lo que sí existe son las relaciones sexuales, y la primera vez que las tenemos.
El problema es el nivel al que “sexo” se ha definido como “sexo heterosexual”, y la medida en que toda posición o práctica que no sea la explícita penetración no se considera como una relación sexual, sino meramente algo previo que no tiene importancia. Pero todo eso importa: hay que darle el valor y el tiempo que merecen.
Esto no significa que tu primera vez no sea importante. Lo importante es que no dejes que otros te impongan cómo debés vivir este momento. Sabiendo estas cosas, pensá qué importancia querés darle y te prometo que, sea cual sea, va a estar bien.
Sofía 18 años y con la meta de cambiar el mundo. Mis días se resumen en cocinar, estudiar y tomar mate. Escritora aficionada y pseudo editora (en entrenamiento). Copada con escribir sobre género, sexualidad y todo aquello que me tenga harta.
Ilustradora: Lía