¿Cuándo tengo que ir al ginecólogo?
El ginecólogo es como el cuco para muchas mujeres. Seguro que escuchaste historias que se parecen más a un cuento de terror que a una consulta médica: incomodidad, vergüenza y dolor son palabras con las que algunas describen su visita a este médico especializado en nuestro sistema reproductor.
Sin embargo, es posible que te preguntes: ¿es tan horrible ir al ginecólogo? ¿Cuándo tengo que ir por primera vez? Y después de esa primera vez, ¿cuándo tengo que volver? Si tenés estas dudas, ¡no te preocupes! Hoy en Harta te las evacuamos.
¿Cuándo debe ser mi primera visita al ginecólogo?
Lo primero que tenés que saber es que no hay una edad puntual en la que tengas que ir al ginecólogo por primera vez, pero se suele recomendar que sea:
- Al iniciar tu vida sexual.
- En caso de que tengas alguna patología.
- Si notás irregularidades en tu ciclo menstrual.
- Si estás sana y no iniciaste tu vida sexual, estaría bien que visites al ginecólogo por primera vez a los veinte años.
En Uruguay, el tiempo máximo de espera para una consulta ginecológica es de 24 horas, así que podés exigir que te den número para el día siguiente. Eso sí, no vas a poder elegir al profesional que te atienda. Además, podés pedir hora en medicina familiar o comunitaria, que también realizan consultas ginecológicas y tienden a generar un trato más cálido para que te sientas cómoda.
¿Qué pasa en una visita al ginecólogo?
Tal vez tengas miedo de que la exploración ginecólogica te genere dolor, tal vez te da vergüenza tener que contarle sobre tu vida sexual o sobre lo que te pasa. Si tenés dudas de qué va a suceder en esta consulta, te damos algunas pautas:
1. Se abre tu historial clínico como paciente. Eso quiere decir que el ginecólogo probablemente te preguntará por tu vida sexual (¡no te alarmes! Solo si sos virgen o no, incluso puede preguntarte si tenés varias parejas sexuales. En general dan por sentado que sos heterosexual, así que quizás tengas que explicarle por propia voluntad si tu orientación sexual es otra), método anticonceptivo que usás, fecha de tu última menstruación y regularidad de tu ciclo. En el caso de que vayas porque algo te preocupa (no estás menstruando, menstruás mucho, tenés flujo, tenés dolor al menstruar o al tener relaciones, entre otras cosas), también te preguntará sobre esto. ¡No tengas miedo! Los ginecólogos ven muchas pacientes al día y no te van a juzgar ni se van a espantar por nada que les digas (y si lo hacen, sabé que es inapropiado y que podés quejarte en tu centro de salud).
2. Las exploraciones o pruebas ginecológicas no deberían generar dolor, pero sí pueden ser un poco molestas. ¿Qué va a pasar en esta exploración? Te vas a tener que quitar la ropa de la cintura para abajo y ponerte sobre una camilla con las piernas abiertas. El médico va a explorar tu vagina y vulva para verificar que no haya ningún problema. Puede también revisarte los senos.
3. Si ya tuviste relaciones sexuales, puede mandarte un Papanicolau (también llamado Pap) que es una prueba rápida y sencilla en la que se puede detectar cualquier cambio en el cuello de útero, incluido el cáncer. De todas formas, el Ministerio de Salud Pública recomienda realizarlo solamente después de los 21 años, ya que el cáncer de cuello de útero en mujeres menores de 20 años es extremadamente raro, y el estudio puede causar más complicaciones que beneficios.
4. Si se lo pedís, te puede ayudar a elegir el método anticonceptivo ideal para vos.
5. Si vas por un problema que estés teniendo, el profesional te puede mandar otros estudios: desde hemogramas completos hasta ecografías transvaginales para encontrar y resolver el problema de salud. Esto depende mucho de la razón por la que vas, así que no podemos ofrecerte información más específica.
¿Tengo que ir con mi madre o con un mayor?
No. O sí. Depende de cómo te sientas vos. Si querés ir con tu mamá (o con otra persona adulta), no hay ningún problema. En cambio, si preferís ir sola, tus padres deben entenderlo y respetarlo. Según el Ministerio de Salud Pública, todos los pacientes tienen derecho a la protección de su intimidad y a la confidencialidad, lo que incluye a aquellos menores de edad suficientemente maduros como para comprender lo que sucede en una consulta médica, o sea, vos. Nadie puede negarte la atención médica, incluso si no estás con tus padres o tutores.
¿Cómo elijo a mi ginecólogo?
La elección de un ginecólogo depende mucho de tus preferencias: ¿preferís que te atienda un hombre o una mujer? ¿Que sea un ginecólogo joven o mayor? Tené en cuenta que muchos servicios de salud en Uruguay tienen ginecología adolescente, y que tal vez te sientas mejor acudiendo a alguno de estos especialistas. Lo importante es que la persona que elijas te haga sentir cómoda, escuchada y contenida. Quizás tengas que consultar a más de uno hasta encontrar a tu ginecólogo de confianza, ¡pero es un especialista al que deberás visitar al menos una vez al año, así que es bueno que te convenza!
Rusa Amo las papas fritas. Machista en reconstrucción hacia un feminismo que nos libere. Una vieja de alma en un cuerpo relativamente joven. Escribo, corrijo, edito, leo, duermo
Bordado: Cari
Este artículo fue ilustrado (¡bordado!) por una colaboradora externa al equipo de Harta. ¡Sumate vos también! Acá podés encontrar un formulario para ponerte en contacto con nosotras.