¿Andrés? No, menstruación.
Te bajó.
El período.
Esos días.
La regla.
Andrés.
Desde que empezamos a menstruar, aprendemos que es algo a ocultar y disimular. Desarrollamos eufemismos, formas de poder pedir un protector a una amiga si lo necesitamos, pero que no se entere nadie de qué estamos hablando. Vergüenza de decir la palabra. Menstruación. Menstruación. Menstruación. Repetilo conmigo, normalizalo.
¿Qué es la menstruación y por qué la odiamos?
La menstruación es como le llamamos a una parte del ciclo menstrual de las personas con útero, en el que expulsamos una mezcla de sangre, endometrio y fluidos vaginales durante, en promedio, cinco días. Este sangrado sucede cuando nuestro cuerpo no fue fecundado por un espermatozoide y expulsa el endometrio, que cada mes se engrosa para preparar al útero para la posible implantación de un óvulo fecundado.
Es un proceso normal de nuestro cuerpo, pero igual nos da asco. ¿Por qué? Esta connotación negativa proviene de mitos, no tan antiguos como quisiéramos creer, de que el sangrado vaginal es sucio e impuro. El tabú y la idea de impureza e inestabilidad favoreció que las mujeres fueran relegadas a un segundo plano en la vida social.
La publicidad tampoco ayuda. A diario observamos publicidades de productos formulados para ocultar el olor, disminuir el flujo y hacer como si nada pasara. Publicidades que no se animan a usar “sangre” roja, ¡no vaya a resultar muy sensible para personas no menstruantes!
¿Cómo lo cambiamos?
Cada vez más, las mujeres nos estamos animando a sacudir el estigma y el miedo, y hablar de nuestra menstruación. Frases como “todo lo que vos podés hacer yo lo hago sangrando” se han vuelto virales, así como la campaña #ManchoYNoMeDoyAsco de la artista española Zinteta.
¡Te invitamos a sumarte a esta maravillosa movida!